BCE busca nuevo presidente
11 de febrero de 2011Se suponía que iba a ser Axel Weber, presidente del Banco Central Alemán (BCA), quien sucediera a Jean-Claude Trichet en la presidencia del Banco Central Europeo a partir del 1º de noviembre de 2011. Pero, luego de que Weber diera a entender que no tenía intención de presentar su candidatura para otro período como presidente del BCA, también dio por tierra con la posibilidad de ocupar el cargo de jefe del Banco Central Europeo
A Angela Merkel parece faltarle personal
Hace tiempo que la canciller alemana, Angela Merkel, había reclamado el puesto del máximo jefe, encargado de proteger al euro, para Alemania, ancla de la estabilidad de la eurozona. Y su candidato era Axel Weber, un experto e influyente economista.
Durante la crisis del euro, Weber contradijo a menudo las opiniones de la canciller alemana, e incluso llegó a hablarse de desavenencias entre ambos. Pero Weber, el candidato con mayores posibilidades de ser elegido entre los 17 presidentes de los bancos de la zona euro, desistió al puesto, y, con él, desapareció también la posibilidad de que se elija por tercera vez a un alemán como presidente del BCE.
El primer presidente del BCE fue el neerlandés Wim Duisenberg, a quien siguió el francés Jean-Claude Trichet. En marzo de 2011, se elegirá el cargo máximo del BCE durante la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Hasta entonces, es de suponer que Angela Merkel no va a poder encontrar otro aspirante del mismo renombre que Axel Weber, con lo cual aumentan las chances para los demás. Aquí, un resumen de los candidatos:
Mario Draghi: Presidente del Banco Central de Italia. A sus 63 años, es considerado unánimemente como el más experimentado, pero proviene del país equivocado. Italia está altamente endeudada, y muchos quieren ver en el cargo máximo del BCE a alguien de un país más estable, más aún porque el vicepresidente el BCE es un portugués, y Portugal también está muy endeudado. Draghi dirige el Consejo de Estabilidad Financiera de la Unión Europea, en el que los bancos centrales y los organismos de vigilancia elaboran nuevas normas para paliar la crisis.
Yves Mersch: Dirige el Banco Central de Luxemburgo, un país pequeño de la UE. Tiene 61 años y es un hombre con gran experiencia en los negocios europeos. Fue uno de los que negociaron, a comienzos de los años 90, el Tratado de Maastricht, que estipuló la introducción del euro. Mersch proviene de un país estable, con una economía sólida, pero su problema es Jean-Claude Juncker. El primer ministro luxemburgués Juncker es el jefe del Eurogrupo, es decir, de la reunión mensual de los ministros de Finanzas. Y, en Bruselas, nadie puede imaginarse a dos luxemburgueses en la central monetaria de la Unión Europea.
Erkki Liikanen: En 1994, Liikanen, un finlandés de 60 años, comenzó a presidir el Banco Nacional de su país. Antes, Liikanen había sido comisionado de la UE en Bruselas y ministro de Finanzas de Finlandia. Cuenta con gran talento político y económico, pero no con mucha experiencia como jefe de un banco emisor. Finlandia es un país estable en la UE y no tiene problemas de déficit económico. Sin embargo, también Liikanen podría fracasar debido a su nacionalidad, ya que también el finlandés Olli Rehn es comisario de la UE. Si Liikanen fuese presidente del BCE, dos finlandeses ocuparían dos de los tres cargos más importantes de la Unión Europea. Difícil de imaginar.
Klaus Regling: Preside actualmente el Fondo de Rescate de la eurozona en Luxemburgo. El Fondo de Rescate cuenta con un volumen de 440 mil millones de euros y destinó su primera emisión de bonos al rescate de Irlanda. Regling, un ex alto funcionario de la UE, es considerado un administrador cauteloso y de gran talento organizativo. Fue director de un hedge-fund pero nunca trabajó en un banco emisor. Por eso, y a pesar de que ha asesorado a la canciller alemana en cuestiones monetarias, tiene escasas probabilidades.
Jürgen Stark: Se lo considera uno de los padres del euro. El ex secretario de Finanzas negoció el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, creado para lograr que el euro sea tan fuerte como el marco alemán. Es un economista y experto líder del Banco Central Europeo desde 2006, y posee gran influencia en la política monetaria de la Unión Europea. Sería un buen candidato, pero las normas del BCE prevén que sólo puede ejercer su cargo durante ocho años, es decir, hasta 2013. Todavía no está claro si este período comenzaría nuevamente si Stark es elegido presidente del BCE.
Ewald Nowotny: Jefe del Banco Nacional de Austria desde 2008. Anteriormente desempeñó un cargo fijo en el banco privado Bawaga. Nowotny, que gusta de perfilarse en los medios, no tiene grandes posibilidades debido a su inexperiencia, a pesar de que su país, Austria, sea estable dentro de la eurozona y no esté demasiado endeudado.
Juegos con números
Los seis miembros del directorio del Banco Central Europeo provienen, por lo general, de cuatro grandes países (Alemania, Francia, Italia y España), y de dos pequeños. Para los 13 pequeños países de la eurozona, el puesto es rotativo, lo cual tampoco facilita los pronósticos. Por otra parte, es difícil predecir el curso financiero que tomarían esos aspirantes. El BCE debe, ante todo, mantener baja la tasa de inflación. Ha comprado bonos públicos de Estados de la eurozona en dificultades sólo por presión política, e intenta terminar con esa tarea lo antes posible.
¿Presidencia compartida del BCE?
Los observadores del desfile de candidatos en Bruselas creen que los jefes de Estado y de Gobierno buscarán una alternativa para que el período de ocho años de la presidencia del BCE se pueda dividir. Tal vez sean Erkki Liikanen y luego Mario Draghi los que ocupen el puesto durante sendos cuatro años. Este procedimiento también se practicó en 1998, al fundarse el BCE, cuando fueron presidentes Duisenberg y Trichet, dado que los jefes de Estado y de Gobierno no llegaban a una decisión. Por eso se acordó que Duisenberg dejaría el puesto con anticipación para cederle su lugar a Trichet.
Autor: Bernd Riegert/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz