En 2011, Alemania dependerá aún más del consumo interno
19 de diciembre de 2010El optimismo con que Alemania contempla sus perspectivas económicas contrasta enormemente con las expectativas de sus vecinos europeos de cara al año venidero. Pero, ¿cabe decir que el país gobernado por Angela Merkel es uno de los ganadores de la debacle financiera global? En un artículo de Anja Ettel y Martin Greive publicado por la versión online del diario germano Die Welt se dice que semejante afirmación es absurda, aunque a ratos pareciera que la crisis del euro favoreció al sector productivo germano.
Las debilitadas finanzas de Grecia, Irlanda y otros miembros de la Unión Europea (UE) obligaron al Banco Central Europeo (BCE) a congelar las tasas oficiales de interés en un 1 por ciento, un nivel inusualmente bajo. La medida es apropiada para buena parte de la zona euro, pero estas condiciones de financiamiento le han dado un impulso considerable a las inversiones, a la creación de empleo y al crecimiento económico en Alemania, mientras las tasas de cambio aumentaban el atractivo de sus exportaciones al abaratarlas.
Alemania celebra el 2011 de antemano…
La intensificación de la actividad industrial como respuesta al incremento de los encargos provenientes del extranjero y el fortalecimiento del empresariado alemán gracias al imperturbable ritmo de consumo de un amplio sector de la ciudadanía son la antítesis de lo que ha venido ocurriendo en otros rincones de la UE en los últimos meses. Se espera que el crecimiento económico de Alemania correspondiente a 2010 ascienda al 3,4 por ciento, casi el doble del que se experimentará en el resto de la zona euro.
De ahí que la canciller alemana y la coalición de partidos que apuntalan su Gobierno –la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y el Partido Democrático Liberal (FDP)– celebren de antemano el apogeo por venir, sugerido además por el descenso de las deudas estatales. Pero, así como 2009 fue el año en que el país sufrió su peor recesión desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el siguiente trocó en un período de esplendor, el 2011 podría tornarse árido si se ignoran los riesgos que alberga el futuro.
…pero el año que viene alberga serios retos
Hay peligros que Alemania deberá sortear a pesar de que la solución de ciertos problemas no está solamente en sus manos; por ejemplo, el auge sostenido de su economía depende de que la crisis del euro no arrecie y de que los Estados que han recibido auxilios financieros paguen sus respectivas deudas. Por otro lado, ya se evidencian tendencias que dentro de poco tiempo se convertirán en serios retos para los timoneles del destino nacional y a las cuales se deben ofrecer respuestas concretas.
Los números no mienten: a pesar de su expansión en los mercados de las economías emergentes, más del 40 por ciento de las exportaciones alemanas van a parar a países de la zona euro. Eso significa que la aprobación de programas de austeridad en las otras naciones del continente influirá necesariamente sobre la demanda de productos germanos en la región y frenará el crecimiento de la economía alemana… a menos que el consumo se mantenga puertas adentro y aumente para compensar lo que se pierde en materia de exportaciones.
Fe en el apogeo
De momento, y sin que el Gobierno haya aprobado medidas extraordinarias para estimular el consumo, todo apunta a que los ciudadanos con poder adquisitivo serán la base del crecimiento económico alemán en 2011. Así lo sugiere la encuesta de la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK), sobre las expectativas de demanda interna y consumo privado.
Hallazgos similares se hicieron en el más reciente índice del clima de negocios del Instituto para la Investigación Económica ifo, que reveló el nivel más alto de optimismo entre los vendedores al mayoreo y menudeo desde la reunificación alemana en 1990; y la encuesta encargada por Allianz –el mayor grupo asegurador en Europa– a la Universidad de Hohenheim, según la cual un 42 por ciento de los alemanes confía en que el apogeo económico de Alemania se prolongará.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa
Editora: Claudia Herrera Pahl