“No hay religión que justifique la violencia”
22 de noviembre de 2004Luego de que un extremista musulmán asesinara en plena calle al cineasta holandés Theo van Gogh, toda Europa discute sobre las fallas de la política de integración, practicada durante las últimas décadas. En Alemania se temen reacciones similares a las ocurridas en la vecina Holanda durante las últimas semanas, donde fueron atacadas varias mezquitas e iglesias cristianas. Los políticos alemanes coinciden en la necesidad de integrar más y mejor a los ciudadanos extranjeros, pero los partidos difieren aún en las posturas a adoptar.
“Defender valores cristianos”
La Unión Cristiano Social (CSU) exige que los inmigrantes se adapten a la “cultura guía” alemana. Edmund Stoiber, jefe del CSU, convocó a la población a “defender los valores cristianos” de Alemania. El CSU incluso quiere obligar a los inmigrantes a una mayor integración, cortando las prestaciones sociales a aquellos extranjeros que no se integren a la sociedad alemana. Angela Merkel, jefa de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), considera que la idea de una sociedad multicultural fracasó dramáticamente. Según Merkel, quien viva en Alemania deberá “respetar sin objeciones nuestra constitución y tolerar nuestras raíces cristianas”.
“Término ridículo”
El término de la “cultura guía” fue duramente criticado por el partido socialdemócrata (SPD). El ministro del Interior, Otto Schily, considera “lamentable que Stoiber empleara este término ridículo”. También la prensa extranjera se mostró indignada por la discusión en torno a la “cultura guía” alemana. El diario vienés “Der Standard” teme que “este debate desencadene una seria confrontación entre alemanes y extranjeros”.
Musulmanes dicen “No al terror”
Los musulmanes residentes en Alemania, por su parte quieren distanciarse públicamente de los fundamentalistas y convocaron el domingo 21 de noviembre a una gran demostración bajo el lema “Juntos por la paz y contra el terror”. La manifestación, que tuvo lugar en Colonia, reunió a más de 20.000 musulmanes provenientes de toda Alemania. Entre un mar de banderas alemanas, turcas y de la Unión Europea había pancartas con inscripciones como esta: “Estamos en contra de toda forma de terror”. Ridvan Fakir, presidente de la entidad religiosa turco-islámica Ditib y organizador de la marcha, declaró que “el terror no tiene religión ni nacionalidad”.
En Colonia marcaron presencia políticos del Partido Ecologista Verde, así como los ministros del Interior de Rhenania Westfalia del Norte, Fritz Behrens (SPD) y de Baviera, Günther Beckstein (CSU). Beckstein, que había sido recibido con silbidos por las masas, cosechó aplausos con su segunda frase: “Los acogemos con los brazos abiertos”, a la cual añadió luego el pedido “aprendan alemán y trabajen y festejen con nosotros”.