La quinua toca a la puerta de la cocina europea
4 de julio de 2013“Quiero empanadas de quinua. Es la nueva tendencia”, le había dicho una antigua clienta belga a Edgar Carrasco, traiteur de empanadas argentinas. Y él puso manos a la obra. Para la presentación del libro “Recetas andinas de quinua” –publicado por la FAO, Naciones Unidas, el Instituto Cervantes de Bruselas y las embajadas de Bolivia, Perú, Ecuador, Argentina, Colombia-, Carrasco decidió experimentar, por primera vez, pues aunque la conocía jamás la había utilizado.
Tendencia al alza
La demanda de productos más nutritivos va al alza en Europa. En cuanto al “grano de oro”, los datos oficiales bolivianos hablan de un alza del 40 por ciento de las exportaciones en este año y de una multiplicación por diez en la última década.
En este 2013, “Año Internacional de la Quinua", la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quiere aportar a dar a conocer su excelencia alimenticia (el único cereal que contiene todos los oligoelementos).
“La FAO cree que invertir en la difusión de la quinoa es un paso importante en el combate del hambre del mundo. "Quiero enfatizar que es fácil producirla en condiciones difíciles más allá de los Andes. En Kenya y Mali en África, en los Himalayas, en las planicies del norte de la India, en Yemén y otras regiones áridas del mundo”, según Richard China, representante de la FAO en Bruselas durante la presentación del libro.
La adaptabilidad del “oro de los Andes” hace su cultivo especialmente atractivo: resiste de los menos 8 hasta los 38 grados, la sequía, los suelos pobres y la elevada salinidad pues se puede cultivar desde el nivel del mar hasta una altura de cuatro mil metros. En este momento, el 47,7% de la producción mundial del cereal viene de Bolivia que destina el 64% de sus exportaciones a Estados Unidos, el 6% al Canadá 10% a Francia y 5,6% a los Países Bajos.
Marca de los Andes
“Aunque la quinua se produzca en otras partes del mundo, queremos dejar marcado en la memoria que proviene de los Andes”, explica a DW René Fernández Revollo, embajador de Bolivia en Bélgica. Y también unas denominaciones de origen para ciertos tipos de quinua, muy exclusiva, que se pude producir sólo en suelos andinos.
Con todo, según el portavoz de Freja Food –distribuidor belga de quinua orgánica, en forma de pasteles y galletas- a nivel del consumo local no se siente el incremento de la demanda del cereal. Su público sigue siendo el mismo: el de las pequeñas tiendas especializadas. Sin embargo, la quinua, en diferentes formas –barra energética, pastas, galletas, harinas y grano entero- ocupa cada vez más sitio en las estanterías de las grandes cadenas de supermercados.
Así, como parte de la campaña por el Año de la Quinua, el libro de recetas le abre la puerta al grano andino hacia la cocina diaria europea: desde risotto, gnocchi, taboulé y ragouts le son tan propicios a la quinua como las sopas y las ensaladas.
“Probamos con las harinas e hicimos cestas para los canapés, blinies para el caviar rojo y negro. Y empanadas. Estoy encantado”, dice Carrasco y asegura que después de esta experiencia va a introducir la empanada de quinua –con pimientos morrones, maíz y queso- en su oferta permanente.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Claudia Herrera Pahl