Latinoamérica se posiciona en el mercado internacional de orgánicos

Es imposible ignorar la presencia de Teodora Hinojosa Machacado en la Biofach, la mayor feria internacional de productos orgánicos del mundo, en Nuremberg. En su modesto puesto se concentran los intereses de una gran emprendedora.

"Quiero llegar al mercado internacional para impulsar la venta de nuestro café tostado, molido y empaquetado" explica la joven boliviana.

Machacado coordina a 110 mujeres en la región de La Paz y Santa Cruz, unidas en la Organización de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB). "Producimos castañas, café y quinoa y queremos ingresar en el mercado europeo con nuestra marca, eliminando a los intermediarios", afirma.

Adecuación al mercado

América Latina se presenta en la Biofach con un esfuerzo regional y con el peso de ser la tercera región del planeta en tierras dedicadas para agricultura orgánica, con 19,9%, según datos del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL).

Entre los cuatro países con la mayor extensión de tierras dedicadas a la agricultura orgánica se encuentra Argentina (2,8 millones de hectáreas) y Brasil (1,8 millones). La mayoría de los expositores coincide en que el interés latinoamericano por el modelo orgánico para la exportación está en expansión.

Sin embargo, la presencia de la región en la Biofach 2009 no es homogénea. El número de expositores mexicanos se multiplicó en relación a 2006, llegando a 34 este año. Por su parte el número de expositores argentinos que durante las últimas tres ediciones había ascendido a 32, cayó en ésta a sólo 14.

El comportamiento de los países centroamericanos es semejante. Costa Rica, Honduras y El Salvador también redujeron el número de presentaciones individuales en la Biofach. En 2006, Honduras contó con tres expositores. En 2009 sólo uno llegó a Nuremberg.

Sociedades estratégicas

Como los costos para presentarse en la Biofach no son bajos, la solución de los centroamericanos ha sido unir esfuerzos. Para ampliar la exposición y la exportación, se ha registrado una asociación de agencias exportadoras de la región para viabilizar la inserción en el mercado internacional.

El guatemalteco Otoniel Castillo, de Agexport, integra una alianza de agencias de comercio exterior de cuatro países de la región. Explica que los productores centroamericanos quieren ampliar la clientela que importa materia prima y mejorar los precios. "La producción orgánica no tiene impacto ambiental, pero es cara porque atiende a una serie de exigencias", destaca.

El año pasado, conforme a datos del FiBL, las exportaciones de Nicaragua, Costa Rica, Honduras y El Salvador ascendieron a 260 mil dólares. "Queremos socios estratégicos para que nuestro producto sea comprado por un precio justo", explica el guatemalteco.

Crisis financiera

Todos los países centroamericanos apuestan por el café orgánico, pero en la Biofach también hay interés por productos exóticos para el mercado internacional como el plátano, mangos y nuez de macadamia. Castillo cree que la crisis financiera internacional no desanima al productor. "Los orgánicos son más caros, pero la demanda sigue constante", analiza.

La ecuatoriana Mercedes Molina, de 52 años, asiste a la Biofach para estudiar el mercado. Produce 450 hectáreas de plátano orgánico en el cantón rural de Balao en la región costera de Ecuador. Tiene una empresa familiar con 12 hermanos. "No queremos industrializar el producto sin ver si tendremos aceptación en el mercado internacional", explica.

Molina quiere producir cacao y camarón orgánicos para la exportación. "Intermediarios ecuatorianos compran nuestros productos para exportarlos. Queremos hacerlo directamente en el futuro", explica, destacando el potencial financiero de la exportación directa.

Para ella hubo una sorpresa negativa en la Biofach al enterarse de que los europeos pagan el mismo precio que los intermediarios ecuatorianos. "Vamos a aguardar hasta el final de la feria, pero 8,5 dólares por caja de plátanos no merece la pena".