Kirchner y la imagen argentina en Alemania
12 de abril de 2005
El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, llegó a Alemania para reunirse con el presidente, Horst Köhler y el canciller, Gerhard Schröder. El objetivo de la visita de cinco días es lograr el respaldo alemán para las estrategias económicas argentinas, sobre todo de cara a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el Grupo de los Siete (G7). El presidente Köhler, como ex director del FMI, conoce a profundidad el caso argentino.
La postura tomada por Berlín ante los acreedores alemanes durante el proceso del canje de la deuda, habla a favor de que el gobierno alemán no negará el apoyo al presidente Kirchner. Según información del FMI, un 76 por ciento de los acreedores aceptaron finalmente la propuesta argentina de canje de deuda.
Por discutir queda aún el asunto de una mayor seguridad jurídica para las inversiones en Argentina, más aún ahora que las automotrices alemanas Volkswagen y Daimler-Chrysler tienen sus ojos puestos en ese país del Cono Sur. DW-WORLD conversó al respecto con Günter Köhne, analista del Dresdner Bank para Latinoamérica, con sede en Hamburgo.
Malestar en el empresariado alemán
“En Alemania, y sobre todo entre en el empresariado alemán, la percepción que se tiene de Argentina no es muy buena en este momento, debido al estilo y al estancamiento de la renegociación de la deuda argentina. Al parecer, el FMI no aceptará una reestructuración de los casi 20.000 millones de dólares que siguen en default.
El otro motivo de malestar, sobre todo entre los inversionistas extranjeros, es que el presidente Kirchner prácticamente rompió los contratos con ellos, me refiero a las empresas de servicios públicos, sentando un precedente negativo. Sin embargo, Argentina, pese a la deficiente seguridad jurídica, sigue siendo un país interesante para una gran cantidad de inversionistas.
Logros innegables
Los avances argentinos en el plano económico son evidentes. Su ritmo de crecimiento es muy alto, más aún teniendo en cuenta el bajo nivel al que llegó durante la crisis, debida al endeudamiento y el default. El crecimiento cualitativo, sin embargo, sigue siendo preocupante, pues a mediano plazo podrían surgir problemas, tales como el repunte de la inflación.
Peligros latentes
Aunque de la conocida hiperinflación el país se encuentra todavía muy lejos, para finales de este año se espera ya un 11% de inflación. Aunque le gustaría, el Banco Central no ha enfrentado con seriedad esta problemática –aplicando una política monetaria restrictiva, por ejemplo-, debido a que se encuentra maniatado políticamente, pues tal medida frenaría el crecimiento.”