Argentina: ¿vuelve el tango con el FMI?
22 de enero de 2004Cuenta regresiva para Argentina que espera luz verde del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se trata de la primera revisión que el FMI realiza sobre el plan firmado en septiembre, y que está pendiente desde el 17 de diciembre pasado.
Crecimiento y superávit
Oportunamente, esta semana se dieron a conocer dos variables macroeconómicas que parecen preparar el terreno para que no se repitan las tensiones del pasado entre Argentina y el FMI.
Por un lado, Argentina logró en el 2003 un superávit que supera con creces la meta anual exigida por el FMI. Por el otro, el crecimiento entre enero y noviembre del 2003 fue del 8%, en contraste con el mismo período del 2002. Por lo tanto, el Dresdner Bank Lateinamerika (DBLA) de Hamburgo estima una expansión total del 7,8% para el 2003.
No es sostenible
Pero los expertos siempre advierten que el desafío radica en crecer con "calidad". Aunque la cifra del crecimiento es de gran impacto a primera vista, Günter Köhne del DBLA no cree que sea sostenible. En su informe diario sobre América Latina, el DBLA identifica "al consumo, las exportaciones y las ventajas de altos precios para materias primas, como la soja", como los motores de la expansión del 2003.
Es decir, en el fondo Kirchner "no está haciendo sus tareas", dijo el economista Köhne a DW-WORLD, ya que falta el incentivo a las inversiones, que son el agregado que aseguraría un crecimiento continuado en el futuro.
Argentina optimista
Entretanto, en Argentina dan por descontado que el FMI de su visto bueno a Buenos Aires. Según Köhne, esto también tiene que ver con el hecho de que el Presidente Kirchner condicionó el pago de unos US$ 3.000 millones, que vence el próximo 8 de marzo, a que el Fondo apruebe su gestión de las cuentas públicas.
En este sentido, Köhne destaca en DW-WORLD que los antecesores de Kirchner "no fueron tan duros en las negociaciones con los acreedores". Pero aunque en el corto y mediano plazo la estrategia de Kirchner de resultados, sigue sin resolverse el peso de la deuda con los principales acreedores, especialmente Alemania, Italia y Japón.
Por lo tanto, y a pesar de cierta tregua anunciada entre Argentina y el FMI, este país sigue robándole el sueño a algunos.