Identifican gen de quinua que permitiría su consumo mundial
9 de febrero de 2017Algunas cepas de la quinoa pueden tolerar días de 38 grados, suelos salados y altitudes elevadas, dicen los investigadores. La mayor parte del genoma de la quinoa fue desvelada por científicos que dicen que el grano cultivado hace siglos por los Incas en los Andes podría ayudar a alimentar a un mundo hambriento.
"La quinua es increíblemente resistente y puede crecer en suelos pobres o salados", dice Mark Tester, profesor de la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología en Arabia Saudita y líder del consorcio de expertos que decodificó el genoma de la planta.
"La quinua podría proporcionar una fuente de alimento saludable y nutritiva para el mundo usando tierra y agua que actualmente no se puede usar".
En el marco de las investigaciones, los científicos han mezclado plantas de cultivo que han resistido durante siglos, con otras genéticamente modificadas para obtener mejor rendimiento y reforzar la resistencia a las plagas y al cambio climático. "La quinua tiene un gran potencial para mejorar la seguridad alimentaria mundial", asegura Tester.
Consumo de quinoa en el mundo sigue siendo "incidental"
El grano prospera en cualquier altitud hasta los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en condiciones que la mayoría de plantas para el cultivo alimenticio no sobreviviría. La quinua es conocida en su región nativa como un alimento saludable, sin gluten y que contiene aminoácidos esenciales, fibra, vitaminas y minerales. La quinua contiene además menos azúcares que otros granos, una ventaja ante el aumento de los índices mundiales de diabetes.
Aún así, el consumo mundial de quinoa sigue siendo incidental, en comparación con el trigo, el arroz, la cebada o el maíz. En el mundo se comercian menos de 100.000 toneladas al año, en comparación con cientos de millones de toneladas de cada uno de los principales granos y cereales.
El problema con la quinua es que la planta produce, naturalmente, semillas de sabor amargo, explica Tester. La amargura - una defensa natural contra las aves y otras plagas - proviene de compuestos químicos llamados saponinas. El proceso para eliminar estos productos químicos es laborioso y costoso, y requiere un uso amplio del agua.
JOV (Reuters, the guardian)