Escaparate de la Alianza del Pacífico
Casi 6.800 expositores de 100 países se han reunido para exponer nuevos productos, tendencias y encontrar posibilidades de exportación para sus productos nacionales al resto del mundo en Anuga 2013. Así, la presencia española, que ocupó prácticamente un pabellón entero, tuvo un foco claro en el aceite de oliva. Las empresas latinas trajeron también productos muy autóctonos: por ejemplo, Chile ha empezado a comercializar a nivel internacional el agua mineral de los Andes; México trajo jarabe de agave y chia; Argentina demostró una vez más la calidad de sus carnes.
Un elemento que se ha observado en prácticamente todos los expositores latinoamericanos de Anuga ha sido la quinoa. Jorge Llosa Morales, portavoz de la organización PromPerú, nos habla de ello: “Como este año es el año internacional de la quinoa, queremos darle mucho impulso a las preparaciones con una base de este cereal. Tenemos, por ejemplo, refrescos que estamos haciendo con base de quinoa y manzana, o fideos hechos en un 100 por ciento con quinoa. Este tipo de productos cada vez se están volviendo más comunes, y se hacen cada vez más intentos de innovación, sobre todo en el caso de los productos naturales”.
Alianza en la feria
Tanto Perú como Colombia, Chile y México han tomado la iniciativa de demostrar los frutos de su mutuo acuerdo comercial, la Alianza del Pacífico, con un evento celebrado el lunes en el que los embajadores de los cuatro países pasaron por sus expositores para dar discursos y se probaron platos típicos de cada región. Bettina Stengel, portavoz de ProChile, nos explica el motivo: “No solo hay que trabajar juntos en temas de inversiones, sino también en temas de alimentación, donde para muchos productos nos complementamos: con ello alargamos nuestras temporadas, y así conseguimos una oferta más larga de ciertos productos específicos, y con eso logramos ser más competitivos”.
Luis Martínez Senties, consejero del Ministerio de Agricultura de México, complementa: “Queremos conglomerar estos cuatro países latinoamericanos en una oferta exportable conjunta, conseguir la variedad y diversidad de productos que estos cuatro países de manera conjunta pueden proveer a la Unión Europea”.
Representando Chile
Para ello, nada mejor que demostrar qué se puede hacer con los productos autóctonos de Latinoamérica. Pero eso sí: de forma que agrade al paladar alemán. Para ello, ProChile trajo a Anuga al chef chileno Giuliano Capelli. De ascendencia italiana, Capelli se formó en Chile, pero ha vivido y trabajado en Berlín durante la mayor parte de su vida profesional, y conoce bien los gustos de los alemanes. Por eso, a la hora de hacer un plato con productos chilenos que agradara al público, no lo dudó: comenzó con un risotto de quinoa con salmón al merkén.
“Representa un poco la fusión de sabores del norte de Chile al sur: la quinoa del norte altiplánico, el salmón del Chile patagónico, muy al sur del mundo, lluvioso y frío. Es una combinación incluso poética”, sonríe Capelli. “Pensé en una combinación que tuviera que ver con mi historia, pero también teniendo en cuenta que a los alemanes les gusta mucho la cocina italiana. Entonces, me dije: qué mejor que tomar algo que yo sé que a ellos les fascina, que es la cocina italiana, pero con nuestros productos. De ahí surgió la idea de hacer un risotto de quinoa, y el salmón con ese toquecillo de merkén, para darle esa combinación de sabores”.
Giuliano Capelli nos ha prestado la receta para que podamos prepararla en casa.
Risotto de quinoa con salmón al merkén
Ingredientes para 4 personas
200 g de quinoa
½ l de caldo de langosta (o de pollo, o de pescado, o de verduras – lo que se prefiera) con un toque de tomate fresco
4 tiras de salmón
50 g de mantequilla
100 ml de crema
100 g de queso parmesano
100 ml de vino blanco
Ajo fresco y cebolla al gusto
Aceite de oliva (consejo del chef: marinar en el aceite 5 dientes de ajo entero y/o un chile ahumado durante 48 horas para un sabor óptimo)
Preparación
Sofreír el ajo fresco molido, añadir la cebolla picada, y finalmente la quinoa, cocinando a fuego bajo entre 3 y 5 minutos sin dejar de remover.
Agregar el vino, dejar que se vaya evaporando y añadir el caldo poco a poco, dejando que hierva. Pasados 15 minutos, agregar la mantequilla y la crema, y al final el parmesano.
Poner en una sartén a calentar unas gotitas de aceite, y cuando esté caliente, poner a freír el salmón, marcándolo mucho por ambos lados pero dejándolo tierno por dentro. Sazonar con un toque de sal y merkén.
Servir el risotto con una tira de salmón para cada comensal, decorando con albahaca fresca.
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: Enrique López