“Grecia debería salir de la zona euro”, recomienda economista alemán

Grecia debe abaratarse entre un 20 y un 30 por ciento para poder recuperar la competitividad, algo prácticamente imposible de conseguir con el euro como moneda, sostuvo el presidente del Instituto Ifo, Hans-Werner Sinn, en declaraciones que adelanta el semanario económico alemán "Wirtschaftswoche".

Grecia recibe ayuda de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional desde mayo de 2010. Los ministros europeos de Finanzas liberaron días atrás un crédito de unos 12.000 millones de euros sin los cuales Atenas habría quedado al borde de la suspensión de pagos.

FMI: préstamos por 17.400 millones de euros

Además, los socios europeos elaboran un nuevo paquete de hasta 120.000 millones de euros que apuntale a Grecia más allá de 2013. El Fondo Monetario Internacional, en particular, ha otorgado hasta ahora préstamos por 17.400 millones de euros. La nueva directora de la entidad, Christine Lagarde, destacó los logros del gobierno griego en pos de la reducción del déficit y la recuperación de la competitividad, y pronosticó que habrá crecimiento económico en el primer semestre de 2012.

Sin embargo, Lagarde destacó que "aún hay considerables desafíos en vista de las importantes reformas estructurales que deben ser llevadas a cabo".

¿Situación similar a la era pre-nazi?

El presidente del Ifo, uno de los principales institutos de investigación económica de Alemania, comparó los esfuerzos de ahorro de Atenas con la situación en la llamada República de Weimar, la época en la que Alemania quedó sumida en la hiperinflación y fue caldo de cultivo para la llegada de la dictadura nazi.

"Es parecido a Alemania bajo (el canciller Heinrich) Brüning", sostuvo Sinn. "Los precios cayeron en Alemania un 23 por ciento entre 1929 y 1933 y los salarios cerca de un 30 por ciento. El país quedó al borde de la guerra civil".

¿Cómo recuperar la competitividad?

Según el economista, si Grecia dejase la eurozona podría depreciar su moneda, recobrar la competitividad y sumarse más adelante al espacio único con una cotización diferente. Sinn no descartó que muchos clientes saquen el dinero de los bancos, lo que llevaría a algunas instituciones a la bancarrota, pero advirtió que de seguir Grecia en la eurozona, las consecuencias podrían ser similares.

dpa

Editor: José Ospina-Valencia