Con la crisis se imponen cambios en la estrategia bancaria
5 de marzo de 2010La crisis económico-financiera actual es la más grande desde la Gran Depresión de los años 30. Muchas fueron las medidas, desde la caída de Lehmann Brothers, para paliar los efectos de la catástrofe. La cuestión que aún está abierta es si los bancos han logrado modificar sus prácticas, o si retornaron a la rutina de los negocios como si no hubiera pasado nada.
Bancos: aventuras y riesgos exagerados
“Los banqueros gozamos de muy mala reputación. Según las encuestas, estamos por debajo de los traficantes de drogas y las prostitutas”, dijo hace poco un banquero en un debate realizado en Fráncfort. Probablemente sea la ironía lo único que puede ayudarlos, ya que la confianza en ellos ha sufrido graves daños.
“Y creo que les sucede con razón, ya que se aventuraron a riesgos exagerados, y algunos bancos han hecho cosas que son indefendibles. Hubo otros que actuaron prolijamente, salvo algunos papelones, como la distribución de certificados de Lehmann”, explica el experto en finanzas Reinhard Schmidt, de la Universidad de Fráncfort. Y el jefe de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, empeoró la crisis de confianza al adjudicarle a los bancos una sabiduría superior en cuanto a sus decisiones.
Hechos, no palabras
Sin embargo, hay otros exponentes del área financiera que son más humildes y autocríticos: "Una de las consecuencias es que hay que reconocer la función de servicio que tiene el sistema financiero en la economía de un país, y no creer que dicho sistema se basta a sí mismo o es el centro del mundo, o hasta su amo”, opina el jefe del Consejo de Vigilancia de la Bolsa alemana, Manfred Genz.
Klaus Niedring, vocero de los accionistas, reclama que a las palabras deben seguir los hechos: “Si se observa qué tipos de negocios están a la orden del día, y si se consideran las discusiones acerca de los sueldos de directivos y sobre si es necesaria o no una regulación, y que, como se ve, se la trata de evitar por todos los medios, creo que el cambio de pensamiento que se necesita es profundo. Y uno podría preguntarse qué cosas de fondo se pueden cambiar en forma perdurable.”
Bancos vuelven a ganar miles de millones
La realidad lo confirma: muchas instituciones bancarias que participan en la bolsa vuelven a anotar pingües ganancias. El Deutsche Bank, BNP Paribas en Francia o Braclays en Inglaterra parecen haber superado la crisis y están ganando otra vez miles de millones en la controvertida banca de inversiones, lo que significa que volvieron a sus negocios –business as usual.
Pero, por otro lado, sí aprendieron su lección de esta crisis: “Redujeron ciertos riesgos en forma drástica e introdujeron cambios esenciales en sistema interno de control de riesgo, aspectos fundamentales que afectaban mucho a los bancos. Y lo que ha cambiado gracias eso es notable”, dice Reinhard Schmidt. Aún se debate sobre regulaciones nacionales o internacionales. La propuesta más amplia es la del presidente de EE.UU., Barack Obama, quien quiere limitar la envergadura de los bancosy la actividades especulativas, y prohibir totalmente modelos de negocios riesgosos y operaciones no supeditadas a controles.
El analista Fidel Helmer, de Bankhaus Hauck und Aufhäuser, cree que tales planes no son realistas: “Los bancos, especialmente en EE.UU., están en una considerable posición de poder y seguramente tendrán algo que decir respecto de las medidas de Obama.”
Bancos europeos, ¿fuera de peligro?
En Europa, el Comité de Vigilancia Bancaria de Basilea trabaja en la obra regulatoria para bancos europeos ‘Basilea III' para fortalecerlos antes posibles crisis futuras y poner coto a su política al asumir riesgos. Hace tiempo que existe un debate público acerca de posibles impuestos a las transacciones financieras, contribuciones de los bancos a entidades aseguradoras, controles más estrictos a los bancos y límites en los bonos a directivos. Pero se critica el hecho de que todavía no se hayan planeado leyes concretas al respecto. Pero al menos se discute el camino a seguir.
Para Reinhard Schmidt es importante observar que el Gobierno es responsable por los bancos, y que la política debe controlarlos para que éstos respondan a esas instancias y no actúen por sí mismos. Además, no deben alejarse de su tarea central, que es proveer de créditos a la economía. “Pienso que aún hay mucho por hacer, y, en cuanto a la vuelta a los negocios riesgosos, diría que hay que diferenciar entre los bancos del continente europeo y los bancos anglosajones. En estos últimos, creo que hay un regreso acelerado a lo de siempre:”
Autor: Mischa Ehrhardt/ Cristina Papaleo
Editora: Emilia Rojas-Sasse