“Apoyo de Brasil a Irán no tendrá consecuencias"

Brasil no será aislado de la escena internacional por haber votado en contra de las nuevas sanciones impuestas a Irán, dijeron varios expertos consultados por DW-WORLD. En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, celebrada en Nueva York este miércoles (09.06.2010), la nueva resolución de sanciones al país persa por su programa nuclear fue abrobada por 12 de los 15 miembros. Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, los cinco miembros permanentes del Consejo, votaron a favor. Sólo Brasil y Turquía, que son miembros temporales, votaron en contra. Líbano se abstuvo.

El presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, calificó la decisión como una equivocación, y la definió como un "capricho”. "A veces me da la impresión de que el padre está obligado a castigar al niño, aunque no lo merezca. Creo que el Consejo de Seguridad desaprovechó una oportunidad histórica para negociar tranquilamente el programa nuclear de Irán", dijo.

El pasado mes de mayo, Brasil y Turquía mediaron un acuerdo con Irán, con el que esperaban evitar nuevas sanciones para la República Islámica.

Ventajas a mediano y largo plazo

Para Konstantin Kosten, de la Sociedad Alemana para Política Exterior (DGAP por sus siglas en alemán), la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU fue un revés para los esfuerzos de Brasil. Sin embargo, “no creo que la posición brasileña con respecto a la disputa nuclear con Irán conlleve a que ese país se aísle completamente", dijo a DW-WORLD. Según Kosten, los europeos consideran la posición brasileña como constructiva. "De pronto no se logró un acuerdo en esta oportunidad, pero creo que a largo plazo serán posibles otros modelos de negociación y de conferencias en las que Brasil desempeñará un papel importante”.

De acuerdo con lo anterior, Henner Fürtig, experto del Instituto GIGA para Asuntos Globales y Regionales de Hamburgo, dijo a DW-WORLD que la posición de Brasil puede incluso ser beneficiosa a mediano plazo para el gigante sudamericano. "Por medio de posiciones independientes como ésta, países como Brasil refuerzan su rol como potencias regionales”.

Fürtig agregó que se puede imaginar que “algunos países consideren la posición brasileña -de oponerse al mandato de los cinco miembros con poder de veto del Consejo de Seguridad- como valiente y coherente".

Sin embargo, "a corto plazo es posible que, especialmente en relación con Occidente, se tengan que aceptar algunas pérdidas. Aunque yo no sobrevaloraría esto”, agregó el experto del GIGA.

¿Reforma del Consejo de Seguridad?

Después de la votación de las sanciones contra Irán, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, defendió una vez más la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. Dijo que la situación actual es "escandalosa", porque los miembros permanentes son "potencias nucleares". El Consejo de Seguridad no ha tenido cambios desde su creación en 1945.

Para Konstantin Kosten, del DGAP, la posición contraria de Brasil con respecto a dicha resolución no influenciará los esfuerzos brasileños por lograr un puesto permanente en el Consejo de Seguridad. “La reforma del Consejo de Seguridad y de las Naciones Unidas en general es un tema mucho más amplio que debe ser separado de la disputa nuclear con Irán”, puntualizó. Dicha reforma, propuesta hace un tiempo por Alemania, Brasil y otros países, se hundió inicialmente. Para las aspiraciones brasileñas, nada cambia. "Y esto continuará siendo igual de difícil que antes”, dijo Kosten.

Autor: Alexandre Schossler / Cristina Mendoza Weber

Editora: Emilia Rojas-Sasse