Brasil amplía su presencia en los países africanos de habla portuguesa
24 de mayo de 2010Quien recorre las calles de Maputo, capital de Mozambique, y escucha a jóvenes conversar reconocerá probablemente expresiones utilizadas en las telenovelas de la Red Globo, como por ejemplo: "Eu sou chique, bem!" y "Tá podendo!", que se pueden traducir como “cariño, tengo gustos caros!” y “uno se puede dar ese lujo”.
En los kioscos de diarios de Luanda, la capital de Angola, las revistas especializadas en televisión muestran en su portada a actrices brasileñas, como Tais Araújo y Juliana Paes.
En Luanda también se encuentran con facilidad sucursales de cadenas populares en Brasil, como Bob's, Mundo Verde y O Boticário. Sin mencionar a los templos de la Iglesia Universal del Reino de Dios, presentes en todos los países africanos de habla portuguesa.
Las telenovelas de Red Globo, los restaurantes rápidos de Bob's y los templos de iglesia de Edir Macedo son apenas la cara visible de un fenómeno relativamente reciente: la creciente presencia brasileña en las antiguas colonias portuguesas en África. Más allá del aspecto cultural evidente, esta presencia constituye también un factor económico y político.
Relaciones económicas
Las relaciones entre Brasil y Angola están fuertemente marcadas por el aspecto económico. Brasil fue el primer país en reconocer la independencia de Angola, en 1975. Apenas cuatro años después se instaló Petrobras en aquel país africano y es hoy el tercer mayor productor de petróleo del continente.
Pero, según el sitio internet de la empresea petrolera, fue recién a partir de noviembre 2006 que la Petrobras comenzó a actuar de manera más agresiva en Angola, operando en tres bloques de explotación de petróleo.
Otra empresa fuerte en Angola es la Constructora Norberto Odebrecht, que está en el país desde 1984, cuando inició la construcción del sistema hidroeléctrico de Capanda, capaz de generar 520 megawatts.
Hoy la empresa actúa en diversos sectores, como la construcción de carreteras y en proyectos de pavimentación, saneamiento y urbanización, empleando a más de 24 mil personas.
“Las relaciones de Brasil con Angola son mucho más intensas y mucho más antiguas”, afirma el sociólogo alemán Gerhard Seibert, del Centro de Estudios Africanos de Lisboa. “Pero Mozambique también desempeña un papel económico cada vez mayor”.
En la provincia de Tet, en el centro de Mozambique, la empresa minera brasileña Vale está invirtiendo 1,3 billones de dólares para extraer carbón de una de las mayores minas del mundo. La producción anual deberá llegar a 11 millones de toneladas a partir de diciembre de 2010 y emplear a 1,5 millones de personas. El contrato correspondiente fue firmado en el año 2007.
Brasil en el escenario internacional
Según Seibert la política brasileña hacia África ha cambiado claramente a partir de la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, en enero del 2003.
Lula fue el presidente brasileño que realizó la mayor cantidad de viajes a África – diez en total, hasta finales del 2009, incluyendo todos los países de habla portuguesa, algunos de los cuales visitó más de una vez. También dentro de su período de gobierno el número de países africanos en los cuales Brasil posee una representación diplomática pasó de 18 a 34.
Seibert opina que esa valorización de África en la política exterior brasileña persigue objetivos económicos: la búsqueda de mercados para productos y empresas brasileñas y la garantía de materias primas.
Pero también apunta a objetivos políticos: “Las relaciones con África forman parte de una política externa que intenta dar un papel mayor a Brasil en el contexto internacional. Esto incluye también la ambición de tener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.”
Para el especialista África es sólo una parte de una política exterior “más expansiva” adoptada por el gobierno de Lula. La misma incluye además una mayor presencia del país en foros internacionales como el G20 o las reuniones con los otros países BRIC (Rusia, China e India).
Lula presenta su política africana como el pago de una deuda, afirmando que el Brasil tiene un compromiso moral y ético con el continente, haciendo referencia así al pasado esclavista brasileño. El presidente menciona orgulloso que Brasil es el país con la mayor población negra fuera de África.
Estudiar en Brasil
Las frecuentes visitas de Lula a África lo hicieron muy popular en el continente. Esto, sumado al mundo idílico pintado por varias telenovelas, termina por acentuar la imagen positiva del Brasil.
“La imagen que tenemos del Brasil es muy buena, también porque el promedio de lo que viene de Brasil son las telenovelas”, cuenta el universitario santotomense Edileny Lima de Souza, estudiante de administración de empresas en la PUC de Porto Alegre.
Francisco Ialá, quien proviene de Guinea y estudia Derecho en la misma universidad, dice que también en su país la imagen del Brasil es muy buena. “Las telenovelas que más se ven en Guinea-Bissau son las brasileñas. Toda la cultura brasileña influencia a Guinea-Bissau.”
Ambos encontraron un Brasil diferente al que conocían a través de la televisión. “Las novelas brasileñas no retratan la situación tal como es. Muestran glamour, playa y cosas buenas, sin los problemas de infraestructura, desigualdad y prejuicios. Estas son cosas que yo viví aquí y que no me las esperaba”, dice Edileny.
Edileny y Francisco están entre los casi 4 mil africanos que fueron seleccionados para estudiar en Brasil entre los años 2000 y 2009. Ellos recibieron una beca de estudios del programa PEC-G, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En África, los principales beneficiados por el programa son los países de habla portuguesa, empezando por Cabo Verde y Guinea-Bissau. La mayoría de estudiantes regresa luego a su país de origen. Estudiar en el Brasil es algo común entre los caboverdianos – incluso el primer ministro del país, José María Neves, estudió en la Fundación Getúlio Vargas en los años 1980.
Para Edileny y Francisco Brasil desempeña un papel importante en la enseñanza superior. “Para los países lusófonos en desarrollo Brasil juega un papel importante en la formación de cuadros profesionales”, dice Edileny y afirma: “Vuelvo a Santo Tomé y Príncipe porque quiero ayudar a mi país a crecer.”
Autor: Alexandre Schossler (VR)
Editor: Emilia Rojas