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Alemania no es puntero en educación

Mirra Banchón12 de septiembre de 2006

Otro día triste para las instituciones educativas alemanas: según la OCDE a pesar de los esfuerzos que se han hecho en los últimos años, la educación en Alemania sigue sacando malas notas.

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Presentación del estudio de la OCEDImagen: picture-alliance/dpa

Comparada con los otros 29 países industrializados que incluye el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE), el país de los filósofos y poetas está por debajo del promedio en los rubros de inversión en el campo de la educación, en el porcentaje de población que toma parte en medidas de perfeccionamiento y en la cantidad de títulos académicos y de bachillerato que se otorgan por año.

Después de los duros golpes que han representado los estudios PISA para el honor de las escuelas, colegios y liceos alemanes -según los cuales los escolares alemanes "saben" menos que otros-, este panorama de la educación, que tiene en cuenta el tercer nivel educativo, es una mancha más en el que se creía tan blanco mantel de la instrucción germana. "No se trata de mejorar un sistema que se concibió básicamente en el siglo XIX", declaró a la emisora Deutschlandfunk Andreas Schleicher, coautor del estudio. "El punto decisivo es encontrar respuestas creativas a los desafíos completamente nuevos que plantea esta sociedad de conocimiento", puntualizó.

Estudiar toda la vida

Un dato sorprendente es que, por ejemplo, a pesar de que la oferta es buena sólo un 12 por ciento de la población alemana pertinente toma parte en carreras, cursos o medidas de perfeccionamiento; el promedio de la OCDE es del 18%. Esto, que se expone bajo el rubro "estudiar la vida entera", es básico para la sociedad actual, opinan los expertos de la organización. En países como Estados Unidos y Canadá -que junto con Finlandia y Suecia son los punteros en el rubro- éste es un asunto que concierne también a las empresas, no sólo al Estado.

En parte, el problema radica ahí: para cursos de perfeccionamiento en Alemania se ha estipulado unos cuantos días al año denominados "vacaciones de perfeccionamiento" y están ligadas a la idea clásica de asistir a una escuela. Dificultades adicionales plantean, por un lado, el que estos perfeccionamientos tengan que ser autorizados por el empleador y, por otro, que ese permiso se otorgue en estricta relación con la función que se tenga en la empresa. Incentivos para seguir estudiando es lo que hace falta mayormente aquí, resume Schleicher. O sea que el porcentaje de trabajadores, desempleados o personal poco capacitado que invierte tiempo en instruirse sea peor que en otros países industrializados se debe, también, a la falta de oferta.

Escasez académica

Contrariamente a la fama que se labró durante algunas centurias de estrellas germanas en ciencia, letras y filosofía, en cuanto a la educación universitaria, Alemania ya no ocupa los primeros lugares entre las naciones industrializadas. Apenas un 20% de la población estudiantil obtiene un título académico en Alemania, mientras que el promedio de la OCDE es del 38%. Esto, sumado al decrecimiento poblacional, significa entre otras cosas que en el futuro Alemania no podrá abastecer sus necesidades de personal cualificado.

Por último, en caso de hacer caso al riguroso estudio de la OCDE. otro de los rubros que Alemania debe replantearse con urgencia es el gasto público en la educación. Si en promedio los países industrializados destinaron en 2003 un 5,9 % de su producto interno bruto a la educación, Alemania con su 5,3% se quedó bastante atrás. Esto indica que invertir en educación es en este país menos importante que en otros del club de los 30 más industrializados del mundo. Y eso a pesar de que, según los expertos, ésta es la mejor inversión que una nación puede hacer con vistas al éxito económico.