ADAC: ¿cayó el ángel amarillo?
22 de enero de 2014Ha ocurrido en cuestión de días: la credibilidad del Automóvil Club de Alemania (ADAC, por sus siglas en alemán), se derrumbó por los suelos. ADAC es una empresa de ayuda en carretera, que cuenta con millones de afiliados en todo el país. Conocida por su color corporativo como el "ángel amarillo", ADAC es más bien en estos momentos un ángel caído. ¿El motivo?: los resultados de una encuesta sobre cuál es el coche favorito de los alemanes fueron manipulados.
El premio automovilístico "Ángel amarillo" se viene concediendo desde el año 2005. Los propios miembros de ADAC deciden mediante consulta cuál es su coche favorito. La última votación dio como ganador al Volkswagen Golf y ese fue el resultado auténtico de la encuesta. Pero ADAC mintió en algo. La empresa dijo en diciembre de 2013 que había recogido 34.299 votos cuando, en realidad, fueron tan solo 3.409, es decir, diez veces menos de lo señalado por Michael Ramstetter, director de comunicación de ADAC.
El Club automovilístico más grande de Alemania
Fue el diario alemán Süddeutsche Zeitung quien denunció la manipulación. De inmediato, Ramstetter dimitió: "He mentido en las cifras. Asumo la responsabilidad y las consecuencias", admitió el exdirector de comunicación de ADAC, que también dirigía la revista corporativa, Motorwelt (El mundo del motor). Pero los expertos creen que la dimisión de una sola persona no es suficiente. Manuel Theisen, profesor de Ciencias Empresariales de la Universidad Ludwig Maximilian, de Múnich, cree que debe haber modificaciones en la organización empresarial.
ADAC tiene un estatus especial, pues es, en realidad, una asociación. En Alemania hay muchas, casi 600.000, lo que parece hacer realidad el dicho de que, cuando tres alemanes se juntan, fundan una asociación. Pero, ¿qué es, en realidad, una asociación? Es algo muy amplio, que abarca desde seguidores de fútbol hasta criadores de conejos. En el caso de ADAC, son miembros nada menos que 19 millones de personas: es la asociación más grande de Alemania.
El ángel amarillo que ayuda en casos de emergencia
ADAC es fundamentalmente conocida por sus servicios de ayuda en carretera. Por ese motivo, cuenta con tantos miembros. Ante cualquier percance con el auto, basta con llamar a ADAC, que envía a sus empleados en llamativos coches de color amarillo. Si se tiene la desgracia de sufrir un incidente en el extranjero, se transporta al cliente de vuelta a Alemania. ADAC, además, se ocupa de probar la seguridad no solo de los propios autos, sino también de las sillas de sujeción infantiles e incluso de las cubiertas de las ruedas.
Y eso no es todo. ADAC tiene varias filiales en el sector del alquiler de coches, los seguros, e incluso los autobuses de larga distancia. "Hay terrenos del área empresarial que poco tienen que ver con el espíritu de una asociación", dice a Deutsche Welle Wolfgang Meinig, fundador del Centro de Investigación de Economía Automovilística, radicado en Bamberg. "Me resulta un misterio cómo ha podido expandirse hasta ese punto algo que en su origen era una asociación".
En el terreno político
Otros expertos critican la poco transparencia de un operador económico tan grande. En ADAC no hay consejos de supervisión ni controles independientes. "Los responsables de una asociación son sus miembros", explica Theisen. Por lo tanto, sus cuentas no tienen por qué estar a disposición de extraños, ya sea un club de petanca o de automovilistas. El problema es que 20 petanquistas se pueden reunir para decidir cuestiones financieras, pero 19 millones de automovilistas, no.
Lo que ADAC dice tiene peso en Alemania, ya se refiera al debate sobre el límite de velocidad, como al índice de alcoholemia permitido al volante. En ocasiones, ADAC ha llegado a erigirse como "la voz del automovilista alemán", permitiéndose incluso flirteos en el terreno político. Todo, porque cuenta con 19 millones de miembros. No se sabe si finalmente se producirán cambios a largo plazo en la estructura de ADAC. Pero los expertos advierten que, en futuros premios y pruebas de calidad, debieran contar con controles independientes.