Voces de la Biodiversidad
2 de junio de 2008
El llamado Convenio de Diversidad Biológica es reconocido por 192 naciones que toman parte activa en las negociaciones para establecer programas de protección de la naturaleza y buscar mecanismos de financiamiento de éstos. Sin embargo, el CBD no prevé sanciones y es tan sólo una apelación a la buena voluntad de la comunidad internacional.
Sobre los riesgos de los árboles transgénicos
“Lo que la industria está probando son las propiedades insecticidas en el tejido somático de ciertos árboles con el gen Basilus Turingiensis (BT), un insecticida natural. El proceso de transformación genética convertiría a todo vegetal en veneno para insectos comedores de la biomasa vegetal, a nivel foliar o de la corteza. Aunque hay insectos benéficos y plagas, el árbol no discriminaría, convirtiéndose en un veneno para todos los insectos en general. Terminaría, por ejemplo, la migración de la mariposa monarca porque a alguien se le ocurrió ahorrar en insecticidas transformando toda una especie vegetal en insecticida, ésta es la locura que nos proponen. ¿Que pasaría con la gente que ya es alérgica al polen? Ahora tendría que vérselas con un polen doblemente dañino pues éste podría ser venenoso y producir alergias. Todo esto no está plenamente conocido y en realidad no deberíamos arriesgarnos a conocer. Ya tenemos suficientes factores que vulneran nuestra existencia y la de la flora y la fauna, por lo tanto, hay que aplicar el principio precautorio”, afirma el investigador Miguel Lovera, presidente de la Coalición Mundial por los Bosques, de Uruguay.
Ciudades y la biodiversidad
“Yo me ocupo de las ciudades y la biodiversidad. Vimos por primera vez que los países que integran la convención (CBD) reconocen que no hay solución sin las ciudades ni las autoridades locales. Esta conferencia adoptó una resolución que se propone trabajar con los alcaldes. Ochenta alcaldes participaron en la conferencia y dijeron que quieren ser consultados y participar en las negociaciones. A partir del 2007, más de la mitad de la población global habita en ciudades y el proceso de urbanización en países como México y Brasil ya es muy fuerte, pero en China y la India hay un camino muy largo por recorrer. Actualmente un 40 por ciento de la población de ambos países habita en conglomerados urbanos pero dentro de 10 años serán más del 60 por ciento. Es un proceso de urbanización que no necesariamente es negativo para la biodiversidad, incluso si se maneja bien puede aportar beneficios, como el destinar más áreas a la protección y llevar la biodiversidad a las ciudades a través de parques y jardines”, afirma Olivier Hillel, Oficial del Programa para América Latina y la Región del Caribe de la Convención para la Diversidad Biológica, con sede en Canadá.
Derechos de los pueblos indígenas
“Nosotros, los pueblos indígenas, sostenemos que al hablar de la biodiversidad y su uso sostenible no se puede dejar al margen nuestras aspiraciones. Hay temas muy polémicos en los que ni los Estados se ponen de acuerdo. Se quiere acordar un régimen internacional de acceso a recursos genéticos que será formulado en el 2010. Hemos pedido la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas porque sabemos que los recursos genéticos están en los territorios indígenas. Pero no hemos tenido esa acogida como exigimos.
Otro punto es el tema de las áreas protegidas. Muchos gobiernos están impulsando la creación de áreas protegidas y nosotros no apoyamos una expansión de áreas protegidas mientras existan todavía violaciones a nuestros derechos y expropiaciones de nuestro territorio”, afirma Onel Arias Mazardule, oriundo del Pueblo Kuna, Panamá, Co-presidente del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad
Monocultivos de árboles en México
“Nos preocupan las recientes declaraciones del gobierno federal en el sentido de que se va a impulsar el establecimiento de plantaciones comerciales de árboles en México. Cuando se hace una plantación de un solo tipo de árbol en extensiones grandes de terreno se está haciendo un desierto verde y eso no lo queremos tener en México. Necesitamos que se conserven las áreas biodiversas y que se restauren las áreas que han sido devastadas, pero a través de un modelo diverso que se asemeje a la naturaleza, además nos preocupa mucho que expropien tierras que se han dedicado a la agricultura para destinarlas a la producción de agrocombustibles”, dice el activista zapoteco proveniente de la comunidad de Guelatao, Oaxaca, y representante de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez, Oaxaca, (UNOSJO).
Restauración del río Ayuquila
En el encuentro fue presentado un documental sobre el proceso de restauración del Río Ayuquila, que ha tomado 12 años y en el que participaron diez municipios del Estado de Jalisco, México. “Fue un trabajo de los campesinos que viven en el margen del río Ayuquila, 71 kilómetros de los cuales constituyen la frontera norte de la reserva biósfera de la Sierra de Mianantlán, un área prioritaria en Mesoamérica para la conservación de la biodiversidad en donde se encuentran más de una tercera parte de las especies de aves de México, una cuarta parte de los mamíferos y, además, especies endémicas como el Zea Diploperennis, una especie de maíz primitivo y silvestre, que tiene un gran valor y está vinculado con los métodos tradicionales de cultivo. La Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) comprobó que un ingenio era el causante de la contaminación porque éste lo negaba. Tras las denuncias ciudadanas y la información científica se pudo actuar, comenzó un proceso para la restauración del río, viéndolo como la fuente de vida y fuente económica de la región”, afirma Eduardo Santana Castellón, del Instituto Manantlán de Ecología de la UAG.
Áreas protegidas para evitar la deforestación
“Las áreas protegidas se han convertido en espacios de inclusión social. No es ya una visión biocéntrica en donde la conservación giraba totalmente en torno de conceptos ecosistémicos. Ahora, sin comprometer el mandato fundamental que tienen las áreas protegidas que es la biodiversidad, esa conservación se puede hacer a través de las comunidades que en muchos casos tienen experiencias que son milenarias, anteriores a la llegada de los europeos a México. El rescate de estas tradiciones, sumadas a los conceptos modernos de conservación es la mejor estrategia para preservarlas. Las áreas protegidas se establecen pero no se les quita el territorio. Hay ciertas limitaciones, pero éstas son un activo porque les permite mantener sus formas de vida. En muchas regiones de México y del mundo la transculturización y la erosión cultural ocurren de manera muy acelerada cuando no se tiene la posibilidad de que las comunidades mantengan sus tradiciones”, afirma Ernesto Enkerlin, Comisión Nacional de Areas Protegidas, México.
Iniciativa global taxonómica
“Actualmente de todas las especies que existen en el planeta, quizá el 5% de ellas tienen nombre científico. La mayor parte todavía no están documentadas, por lo que hay mucho trabajo para los taxónomos. No hay recursos suficientes por lo que se propuso la creación de un fondo financiero para apoyar estas actividades. México tiene una tradición muy fuerte de taxonomía, tenemos más de mil especialistas en taxonomía en México, tal vez el que más expertos tiene en este rubro de América Latina. De unas 25 mil especies de plantas que hay en México, no todas están descritas. Adicionalmente se desconoce a todos los invertebrados y los microorganismos. A nivel global se estima que entre un 4 y 5 por ciento de las especies tienen nombre. México pidió que el esfuerzo tenga una distribución regionalmente balanceada porque ha iniciado con un enfoque en los países africanos”, afirma Hesiquio Benítez de la Comisión Nacional para la Biodiversidad. En el mecanismo coordinador México es representante para América Latina.
Las demandas de los jóvenes
Leticia Esquer Ovalle, de Monterrey y Alan Monroy Ojeda, de Guanajuato estuvieron diez días en el Parque Nacional Bosque de Baviera, en donde acamparon junto con otros 50 jóvenes de 18 nacionalidades diferentes. El objetivo era discutir la conservación de la biodiversidad e intercambiar experiencias. “Coincidimos en que necesitamos nuevos conceptos de desarrollo, que el sistema existente actualmente no es lo que queremos”, afirma Alan Monroy. El grupo de jóvenes subió ante el pleno de delegados para pedir un esfuerzo para detener la destrucción de la naturaleza, pero también tenían demandas concretas respecto a su propio país. “El gobierno mexicano está permitiendo por debajo del agua la entrada de Organismos Genéticamente Manipulados (OGM) pero no está midiendo las consecuencias de su entrada, específicamente en el maíz que tiene raíces muy importantes en nuestra cultura. Con la entrada de estos OGM va haber una pérdida de muchas de las variedades de maíz que tenemos y va a crear una dependencia hacia estas semillas”, advierte Alan Monroy.