Unión Europea suspende cooperación con Serbia por violencia
22 de febrero de 2008El encargado de la Unión Europea para las relaciones exteriores, el español Javier Solana, informó este viernes (22.02.2008) que el bloque comunitario suspenderá el diálogo en materia de cooperación con el gobierno de Serbia hasta que cese la violencia nacionalista en ese país.
El anuncio se produjo horas después de que fueran atacadas las embajadas de Estados Unidos y Alemania en Belgrado por grupos de manifestantes serbios. El asalto a la representación diplomática estadounidense causó la muerte de una persona y cuantiosos daños materiales por un incendio causado por el grupo inconforme.
Graves disturbios se registraron la noche del jueves en Belgrado al margen de una masiva protesta contra la independencia de Kosovo, en los que miles de violentos incendiaron la embajada estadounidense y atacaron otras legaciones diplomáticas, con un saldo de un muerto y cien heridos.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó "en los más duros términos" los ataques contra las embajadas y recordó a Serbia "el principio fundamental de inviolabilidad de las misiones diplomáticas".
Acto "intolerable"
El gobierno de Estados Unidos calificó por su parte de "intolerable" el asalto que sufrió su embajada y advirtió que consideraría al gobierno serbio personalmente responsable de la seguridad y el bienestar de los empleados de su legación diplomática, en la que esta noche fue hallado un cuerpo carbonizado.
El portavoz del Departamento de Estado en Washington, Sean McCormack, aseguró que la víctima no se trata de un empleado estadounidense de la embajada sino que podría ser uno de los manifestantes.
También fue atacada la representación diplomática alemana, donde se registraron daños materiales, aunque los atacantes no ingresaron al edificio, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán. Los manifestantes causaron destrozos además en las embajadas de Croacia, Turquía y Bosnia.
Estados Unidos reconoció la independencia de Kosovo, al igual que las principales potencias europeas, incluyendo a Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia. Rusia, tradicional aliado de Belgrado, se opuso tajantemente a la independencia de la provincia serbia.
Disturbios y robos
Los protagonistas de los disturbios, en su mayoría jóvenes, saquearon un gran almacén y robaron en dos sucursales bancarias extranjeras. También un restaurante estadounidense de comidas rápidas fue devastado.
Una cifra casi inabarcable de contenedores de basura ardía en llamas, mientras numerosos pequeños quioscos eran arrasados. Al menos dos docenas de automóviles resultaron destruidos, al igual que un tranvía y cinco buses de línea. El tráfico de cercanías en el centro fue interrumpido.
Los protagonistas de los disturbios se habían apartado de la gran manifestación organizada por el gobierno contra la independencia de Kosovo, a la que asistieron alrededor de 200.000 personas.
Llamado infructuoso
El llamado del jefe de gobierno Vojislav Kostunica para transmitir una imagen pacífica de la protesta serbia hacia el exterior resultó infructuoso. Horas antes, durante la protesta, Kostunica afirmó que "Kosovo pertenece a Serbia".
"Kosovo pertenece al pueblo serbio. Así ha sido siempre y así lo será por siempre", aseguró el primer ministro, quien urgió no obstante a los más de 200.000 manifestantes a protestar pacíficamente.
El presidente Boris Tadic, quien se encuentra en visita de Estado a Rumania, apeló a los revoltosos a cesar los ataques a embajadas y a volver a sus casas. Serbia "nunca más irá a una guerra", aseguró Tadic.
Las unidades especiales de la policía serbia intervinieron con demora. Según el portavoz de la embajada de Estados Unidos, William Wanlund, las fuerzas de seguridad serbias llegaron dos horas después de iniciados los ataques a las legaciones diplomáticas.
Con vehículos blindados y la utilización a gran escala de gas lacrimógeno, las fuerzas especiales desplazaron a los manifestantes hacia las calles laterales.
Washington también urgió a las autoridades serbias a tomar medidas para proteger la embajada norteamericana en Belgrado.
El portavoz del Departamento de Estado especificó que al momento que los manifestantes ingresaron en las instalaciones solamente había personal de seguridad estadounidense, y que los empleados ya habían partido tras finalizar su jornada laboral. El embajador se encontraba en su residencia, añadió McCormack.
Según el portavoz, el subsecretario de Estado para asuntos políticos, Nick Burns, dejó claro al gobierno serbio que algunas de sus declaraciones en los últimos días son consideradas por Estados Unidos como una incitación a la violencia.
"Vimos muchas informaciones preocupantes sobre declaraciones de dirigentes gubernamentales serbios, incluido un ministro, sobre la incitación a la violencia", agregó. "Eso tiene que cesar".