Una sociedad pesimista
23 de diciembre de 2006Los datos de la coyuntura actual son enaltecedores. Los pronósticos para 2007 son corregidos a la alza, mientras que la cifra de desempleo bajó a menos de cuatro millones de personas por primera vez en mucho tiempo.
Hacia finales del año fue encontrado un excedente fiscal de miles de millones de euros, que permitirá al gobierno cumplir de nuevo con los criterios de convergencia de la Unión Europea.
Pero eso no es todo. El país acaba de organizar con gran éxito una copa mundial de fútbol, y la temporada de Navidad ha demostrado un ánimo inusitado de la población en lo que se refiere al consumo. Alemania, además, ocupará durante seis meses y de manera simultánea las presidencias de la Unión Europea y el Grupo de los Ocho. Y sin embargo, todo esto no basta para que la población alemana contemple con optimismo la llegada del Año Nuevo.
Una sociedad pesimista
Éste fue el resultado de una encuesta mundial que fue dada a conocer este sábado en el periódico Hamburger Abendblatt por Klaus-Peter Schöppner, jefe de la encuestadora Emnid. De hecho, el pesimismo que campea por la sociedad alemana creció 2 por ciento, en tan sólo un año.
"Únicamente 25 por ciento de los alemanes esperan un mejor futuro para el 2007, mientras que hace un año este indicador se ubicaba en 27 por ciento. Entre los encuestados, 31 por ciento opina que personalmente le irá peor", escribe Schöppner.
¿A qué se debe este fenómeno? Schöppner no especula sobre la materia, pero hay por lo menos dos pistas que podrían resultar significativas. La primera reside en el hecho de que 2007 comenzará con un aumento general del costo de vida en Alemania, ante el incremento de tres por ciento en el impuesto al valor agregado.
De igual modo, hace unos días se dio a conocer que los seguros de gastos médicos –obligatorios en Alemania- cobrarán más a sus clientes. Esto último repercutirá no sólo en los bolsillos de la población, sino que podría afectar al mercado laboral (los patrones cargarán con la mitad de este costo adicional de nómina).
Felicidad personal, una clave
Pese a la claridad de estos argumentos, las posibles causales del pesimismo alemán podrían residir en otros ámbitos. Jörg Löhr, autor alemán de libros motivacionales, subraya la importancia de trazarse metas y, sobre todo, de actuar para verlas cumplidas. Los pesimistas, dice, tienden a ver toda posibilidad de cambio como una amenaza y a menudo dudan de sus propias capacidades.
"Diversos estudios demuestran que nuestros planes tendrán 90 por ciento de posibilidades de cumplirse si comenzamos a llevarlos a cabo en las primeras 72 horas. No se trata de completarlos en ese lapso, sino de dar los primeros pasos", escribe Löhr.
Lo cierto es que algo sucede en la sociedad alemana, que resultó en lugar 51 dentro de 60 países consultados en materia de optimismo. El sondeo indicó que las sociedades con mejor actitud frente al futuro son las de Vietnam, Hong Kong y China, todas ellas con crecimiento económico acelerado. En cambio, Grecia, Italia e Irak fueron los puntos del planeta donde más pesimismo se registra.
Todo ello da mucho para pensar y, sobre todo, para hacer. Por lo pronto, el hecho de que tres países de la Unión Europea estén ubicados dentro de los más pesimistas debe preocupar a los defensores a ultranza del bloque como supuesto ejemplo de bienestar.