Un día para la risa
2 de mayo de 2004Reír es sano. Y no se trata de una afirmación basada únicamente en la proverbial sabiduría popular. Tan científico es el asunto que existe una ciencia que se ocupa de él: la "gelotología", término que se deriva del griego "gelos" (risa). Los expertos en la materia aseguran que los efectos terapéuticos de la risa son múltiples: fortalece el sistema inmunitario, reduce los dolores, ayuda a paliar el estrés, alivia las depresiones, mejora la circulación y hasta puede contribuir a combatir la hipertensión.
Seminarios y terapias
Claro que algunos opinan que en el mundo de hoy las cosas no están como para poner a batir las mandíbulas. Pero no hay que desanimarse. Para eso existen especialistas, que organizan seminarios y terapias, incluso en combinación con las antiguas enseñanzas del yoga.
Parece, sin embargo, que hay algunos pueblos más necesitados que otros de una ayudita para contraer los músculos faciales y ejecutar ese tan humano acto de reírse. Buscando en las páginas de internet en alemán se encuentran más de 200 entradas con el término "seminarios de risa". Y hay 30 organizaciones registradas que se dedican al tema. Un indicio de que la demanda es grande.
Reír como los niños
Tom Draeger, investigador de la materia, se muestra un tanto apesadumbrado por la falta de humor de los alemanes. Las estadísticas le dan la razón. Según sus cálculos, los adultos de este país ríen, en promedio, unas 12 veces al día. Los niños, por suerte, son menos serios, y lo hacen una 400 veces. El objetivo que se ha propuesto Draeger es lograr que los grandes recuperen sus sonrisas de la infancia. "La verdadera riza viene de dentro, como ocurre con los niños "afirma el experto, que fundó en Berlín un "Instituto de la Risa" y un "Coro de la Risa".
También ofrece entrenamientos, en los que se realizan ejercicios de relajación en grupo y se intenta una aproximación psicológica y filosófica al tema. Una condición indispensable para lograr resultados es no tomarse demasiado en serio a sí mismo. "Quien quiere ser perfecto, ha perdido de antemano", afirma Draeger, quien explica que tras la seriedad y el autocontrol se esconde también el miedo a fracasar. En Alemania existen 40 clubes dedicados a la risa. El primero de ellos fue fundado hace 6 años por Gudula Steiner Junker, quien ejerce como terapeuta y alaba las bondades de la risa para liberar tensiones y armonizar el cuerpo con el alma.