UE-México: en pos de los derechos humanos
12 de febrero de 2016La XX reunión de la Comisión Interparlamentaria Unión Europea-México fue el marco de un intercambio en el que se resaltó un tema candente: el de los Derechos Humanos en México. "Hemos hablado constantemente, con mucha franqueza y más que nunca de derechos humanos, aquí en México. En anteriores reuniones tuve la impresión que se escondía el problema, que se quería hablar de otras cosas”, contó a DW, desde Guanajuato, el eurodiputado Josep María Terricabras.
El encuentro consiste en una asamblea mixta de 14 eurodiputados y 14 legisladores mexicanos. Estos se reúnen dos veces por año en el marco del Acuerdo de Asociación entre México y la Unión Europea, firmado en 1997. La ponencia del eurodiputado Terricabras, una de las cuatro que hubo en total, era sobre derechos humanos, en un momento que no podía haber estado mejor elegido.
ONG están "desesperanzadas"
“Existe una impunidad generalizada. Las instituciones responsables de la seguridad, como la Procuraduría (Fiscalía) y la Administración de Justicia, no funcionan”, dijo, por su parte, Estefanía Torres, eurodiputada española. Después de encontrarse con los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre de 2014, Torres denuncia la connivencia del Estado mexicano con el crimen organizado.
Tras este encuentro con organizaciones de la sociedad civil, ambos eurodiputados detectan graves síntomas de desesperanza. “Estas ONG llevan muchos años de desengaños, de fracaso y desgaste”, agrega Terricabras, catedrático de la Universidad de Barcelona. “Los problemas siguen siendo absolutamente terribles, pero se está produciendo un cambio de actitud”, afirma, refiriéndose a la discusión sobre el tema de las violaciones de los derechos humanos en México en la reunión de la Comisión Interparlamentaria. “Solo en este sentido es que estoy muy esperanzado."
En este contexto, fue recibido con beneplácito el anuncio de las planeadas reformas legislativas para reestructurar los cuerpos policiales, por ejemplo. “En este momento hay 1800 cuerpos policiales. Se pretende que haya un máximo de 32, con un mando único. Que haya policías federales, estatales y municipales. Que no se produzca más este enredo que ha ido frenando cualquier tipo de investigación y que nos ha llevado a la impunidad de muchos”, sigue Terricabras.
Por su parte, la jefa de la delegación europea, la conservadora Teresa Jiménez Becerril, puso el acento en el flagelo del terrorismo y la criminalidad organizada. Dijo que representan una gran violación a los derechos humanos, subrayando la importancia de una respuesta conjunta.
Modernización del acuerdo
Para una mejor interacción en todos los campos, muchos ven en la modernización del Acuerdo Global o de Asociación una fuente de soluciones. Los unos, porque ven en ello el refuerzo de la cooperación, “fundamental entre socios estratégicos”, según Becerril. Los otros ven en ello un mecanismo de presión. De hecho, en vísperas de las negociaciones, “las organizaciones de la sociedad civil desean que los europeos empujemos para que las propuestas de reformas vayan para adelante, para reclamar la efectividad del respeto a los derechos humanos”, dice Terricabras.
Tanto su grupo parlamentario (Verdes/ALE) como el minoritario grupo de la Izquierda pidieron anteriormente suspender su negociación hasta que haya claros avances en materia de derechos humanos. Esta propuesta no fue acogida por las mayorías parlamentarias europeas.
No obstante, a finales de 2015, el Parlamento Europeo aprobó una resolución exigiendo a la Comisión Europea la integración de cláusulas de respeto a derechos humanos en todo acuerdo comercial. “Y muchos de nosotros haremos valer este principio”, anuncia Terricabras. En su opinión, el crimen organizado debe considerarse parte de las estructuras de un Estado cuya mentalidad hay que cambiar.
Por otro lado, el eurodiputado de la Izquierda advierte que “el asunto es tan complejo que habría que analizar si los dineros mexicanos que se invierten en Europa no proceden en parte del narcotráfico. En ese sentido, la UE podría estar ayudando, sin querer, al blanqueo de capitales. Habrá que ser extraordinariamente riguroso en el cumplimiento de ciertas normas. Y si no se cumplieran, creo que entonces la UE no debería mezclarse con ese tipo de acuerdos”.
“Tal como están las cosas, es imposible que se apruebe un acuerdo comercial con México si en él no hay avances centrales ”, concluye Terricabras, a pocas horas de abandonar un país que se prepara para la visita del Papa Francisco, de quien cabría esperar “que empujara en la misma dirección, en la defensa de los derechos humanos”.