UE-ALC: sociedad estratégica
21 de febrero de 2013Según el análisis ¿Una alianza equitativa?, publicado recientemente por el Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo, desde su creación en 1999 la sociedad estratégica entre los países de la Unión Europea (UE), América Latina y el Caribe ha alcanzado objetivos que no deben ser desestimados. Por un lado, la fundación de organizaciones para canalizar el diálogo interregional. Por otro, la firma de tratados de asociación y libre comercio bilaterales y subregionales.
En el foro Nuevos impulsos para la sociedad estratégica, celebrado en el corazón de Hamburgo este 20 de febrero, se discutieron las nuevas metas conjuntas de estas naciones y los desafíos que tienen por delante para consolidar sus redes de cooperación. “La interacción en las ciencias y en materia de inversiones debe intensificarse; hay tópicos que esperan ser abordados con mayor profundidad, como el de la migración; y las negociaciones con el Mercosur no están cerradas”, dijo el presidente del GIGA, Detlef Nolte.
“En algunos programas, como el de intercambio científico, el bloque comunitario puede cooperar con toda Latinoamérica. Pero hay otros proyectos en donde los interlocutores de Europa serán Estados puntuales o grupos de países con intereses especiales. Y eso no tiene nada de malo. También dentro la UE existen diferentes formas de cooperación porque no todos sus socios tienen el euro como moneda o firmaron el Acuerdo de Schengen, por ejemplo. La flexibilidad de los vínculos también ofrece ventajas”, explica Nolte.
Bettina Trüb, investigadora de la Fundación Unión Europea, América Latina y el Caribe (UE-ALC), aludió al reto pendiente de no dejar a ninguno de los socios por fuera de los diálogos que se están desarrollando. “Los países insulares del Caribe se quejan de no estar involucrados plenamente en esta sociedad estratégica, como lo están la América continental y Europa. En la Fundación UE-ALC pensamos que se deben tomar en cuenta sus necesidades específicas para poder incorporarlos completamente a este eje bidireccional”, sostiene Trüb.
Una sociedad no es un romance
“En abril realizaremos un seminario para determinar cuáles son los temas de mayor relevancia para los países antillanos –uno de ellos es, desde luego, el cambio climático; pero hay otros– y cómo quieren involucrarse estos Estados en la relación birregional”, agrega la investigadora de la Fundación UE-ALC. Por su parte, el director de la Asociación Empresarial para América Latina, Christoph G. Schmitt, desaconsejó considerar la sociedad estratégica como un romance transatlántico y verla solamente desde la perspectiva europea.
“Suena muy bien decir que Europa, Latinoamérica y el Caribe tienen valores y culturas comunes; pero en el mundo globalizado se habla de productos, volúmenes de venta, fechas de entrega, precios y competitividad dentro de los mercados, no de alianzas estratégicas. Puede ser que un producto fabricado en Asia por empresarios alemanes sea más competitivo en el mercado asiático que el mismo producto fabricado por empresarios alemanes en un país latinoamericano con capacidad para exportarlo a Asia por formar parte de la Alianza del Pacífico”, aclara Schmitt.
Roland Schäfer, el nuevo director para América del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), destacó la necesidad de cooperar para poner coto a la inseguridad pública y al crimen organizado en América Latina y las Antillas, y para luchar contra el narcotráfico con destino al Viejo Continente. “Esos son temas relevantes y aspiramos a aplicar planes de acción este mismo año”, dijo Schäfer, enfatizando que los Estados procurarán solucionar los problemas en cuestión dialogando entre sí de igual a igual.
¿Se puede decir que Alemania consiguió “europeizar” su política latinoamericana, tal como se lo propuso el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, en 2010? “Creo que la presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, en la cumbre euro-latinoamericana del 26 y 27 de enero revela la importancia que América Latina y el Caribe tienen tanto para Berlín como para Bruselas. Alemania está muy involucrada en la definición de la política latinoamericana de la UE y la orientación que se le quiere dar fue descrita exhaustivamente en el encuentro de Chile”, asiente Schäfer.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Claudia Herrera Pahl