Ucrania reabre la brecha entre la UE y Rusia
25 de noviembre de 2004La Unión Europea y Rusia demandaron una solución pacífica del conflicto ucraniano. Pero hasta ahí llega el consenso manifestado al término de la reunión que sostuvo la cúpula comunitaria con el presidente ruso, Vladimir Putin. El jefe del Kremlin, acostumbrado en el último tiempo a disfrutar de la benevolencia de los gobiernos occidentales con su política relativa a Chechenia, no contaba quizás con tanta resistencia europea en el caso de Ucrania. Pero el primer ministro de Holanda, Jan Peter Balkenende, fue categórico: “La UE no puede aceptar el resultado”, ya que las elecciones presidenciales celebradas en Ucrania no correspondieron a los standards internacionales.
Los intereses rusos
El hecho de que el jefe del Kremlin insistiera en felicitar al triunfador oficial, pese al coro de críticas, demuestra que lo que está en juego en Ucrania es para él suficientemente importante como para arriesgar un disgusto con sus amigos europeos. De hecho, Moscú apoyó abiertamente la campaña de Víctor Yanukovich, por razones evidentes: el candidato contrincante -cuyo triunfo reclama la oposición- representa una alternativa inquietante para Rusia, por su expreso propósito de acercar a Ucrania a la Unión Europea y la OTAN.
En años pasados, Putin tuvo que conformarse con la ampliación de ambas organizaciones hacia el Este, sin poder evitar que incluso uniformados de la Alianza Atlántica pusieran pie en regiones que otrora pertenecieron a la Unión Soviética. Pero, con Ucrania, el asunto llegaría demasiado lejos. No sólo porque el acercamiento de Kiev a Occidente redundaría en una pérdida de influencia rusa en el área, sino porque Moscú está interesado en forjar un espacio económico conjunto con Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán.
Solución pacífica
De todos modos, Putin de seguro tampoco desea una confrontación dura con sus socios occidentales. De ahí que, pese a mantener su posición, abogara porque se busque una solución la crisis ucraniana por la vía de los tribunales. Ese es precisamente el camino que emprendió este jueves la oposición en Kiev, impugnando el resultado electoral ante la Corte Suprema de Ucrania. Allí obtuvo de entrada un primer triunfo formal. Los magistrados determinaron que, mientras no se haya examinado el asunto, no se podrá dar por válidos los resultados. Paralelamente, los seguidores de Víctor Yuchenko anunciaron que no cejarán en su empeño de exigir que se reconozca su vitoria, redoblando la presión con manifestaciones y huelgas.
En este ambiente de tensión, lo fundamental por ahora es evitar que estalle la violencia. Así lo subrayó el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, instando a las partes en conflicto a la mayor mesura posible y a evitar a como dé lugar el uso de la fuerza. En ese llamado coincidió también el presidente ruso durante su reunión con la cúpula de la Unión Europea.