La crisis ucraniana sacude a Europa
25 de noviembre de 2004El Süddeutsche Zeitung, de Munich, opina: “Habría que repetir el escrutinio o, mejor aún, las elecciones presidenciales. (...) Un triunfo del candidato respaldado por Moscú, Víctor Yanukovich, impuesto con todo tipo de artilugios, desacreditaría a Ucrania por largo tiempo. Pero también el líder opositor, Víctor Yuschenko, necesita una legitimación popular que escape a toda duda. Sólo la obtendría si los votos volvieran a ser escrutados en forma transparente. De otra forma se correría el riesgo de que no fuera reconocido en el Este del país, de marcado sello ruso. Así es Ucrania: una nación con muy diferentes culturas, tradiciones y preferencias políticas. Por eso necesita un presidente que tienda puentes y que resulte aceptable para todos.”
Peligro de guerra civil
La Repubblica, de Roma, apunta: Desde la noche del miércoles se sabe en Ucrania que la guerra civil puede estallar en cualquier momento. A partir de ahora basta sólo una chispa: una noticia falsa, un pequeño enfrentamiento a golpes o incluso una ofensa. La amargura, la ira y el cansancio han crecido a tal grado que la oposición y las autoridades estatales no parecen estar ya en condiciones de mantener la situación bajo control.”
¿Como en la guerra fría?
Le Monde, de París, opina: “Más allá del futuro de Ucrania, está en juego la organización de todo el continente europeo. ¿Ha de supeditarse la postura europea frente a Ucrania, Moldavia y los países del Cáucaso a las relaciones con Rusia? ¿O deberían depender las relaciones de Europa con Rusia de la forma en que Moscú actúa con las naciones que antes estaban a su servicio? Dicho en otros términos: lo que está en juego es si se desea tener una Europa dividida en esferas de influencia, como en tiempos de la guerra fría. ¿Habrán entendido por fin los rusos que la época de la subordinación ha quedado en el pasado y que la cooperación paneuropea supone la independencia y la igualdad? La respuesta a estas preguntas se está dando en Kiev.”
Desconfianza entre Bruselas y Moscú
También El País, de Madrid, considera que “la crisis instalada en Ucrania tras el fraude en las elecciones presidenciales no se confina ya a la grave tensión en Kiev. Los acontecimientos han traspasado las fronteras de la antigua república soviética y amenazan directamente las relaciones entre la Unión Europea y Rusia. (...) La eventual desestabilización de Ucrania -50 millones de habitantes, a caballo entre Rusia y Europa- es asunto de extrema gravedad. El país es una pieza clave del mapa geoestratégico ruso y va a poner definitivamente a prueba las cada vez más deterioradas relaciones entre ambos mundos. Pese a necesitarse mutuamente, la desconfianza entre Moscú y Bruselas va en aumento, sobre todo tras la reciente ampliación europea que ha colocado en su frontera a una serie de países que, por su anterior sometimiento a la URSS, son ahora especialmente alérgicos a todo lo que Moscú significa.”
Intervención estadounidense
The Independent, de Londres, comenta: “Rusia desgraciadamente se precipitó cuando el presidente Putin felicitó a destiempo al jefe de gobierno Víctor Yanukovich, basándose en dudosas proyecciones del recuento de votos. La Casa Blanca se mostró en un comienzo más sabia, pero sólo hasta ayer. Pasada apenas una hora tras el anuncio del cómputo oficial, el ministro de Relaciones Exteriores declaró ente las cámaras que Estados Unidos no podía aceptar ese resultado y que, de mantenerse, habría que contar con ‘consecuencias’. Esta drástica intervención fue en extremo desafortunada, porque está en conflicto con los primeros indicios de una solución pacífica. Ucrania está más cerca que nunca de una guerra civil. Lo último que necesita es que desde fuera alguien la empuje en dirección al abismo.”