Turquía: “represión sistemática” en la UE
6 de marzo de 2017Todo apunta a que el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, no podrá presentarse en la ciudad alemana de Hamburgo este martes (7.3.2017). Las autoridades locales informaron que el recinto donde tenía planeado intervenir no cumplía con la normativa antiincendios. Otro motivo de seguridad fue argüido por el Ayuntamiento de Gaggenau, Estado federado de Baden-Wurtemberg, para cancelar un evento donde pensaba participar el ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag, el jueves pasado (2.3.2017). Pero Cavusoglu ya es el tercer funcionario turco de alto rango que ve suspendido su mitin en territorio germano en menos de una semana.
Tras la anulación del encuentro que Bozdag buscaba sostener con sus compatriotas, le tocó al ministro de Economía turco, Nihat Zeybekci, pasar por la misma experiencia; con la diferencia de que, inesperadamente, Zeybekci consiguió una ágora en Leverkusen y otra en Colonia para articular el discurso que tenía preparado. Los tres emisarios de Ankara tenían como objetivo hacer campaña a favor de la reforma constitucional promovida en Turquía por el presidente Recep Tayyip Erdogan y convencer a los turcos y turco-alemanes de Alemania sobre las ventajas de que el país de sus ancestros se transforme en una república presidencialista.
Tres portazos en la cara
El caso del ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, da pie a suspicacias porque, tras la inspección de rigor, la policía de Hamburgo no había encontrado motivos de seguridad para la prohibición de su evento. Fueron las autoridades del distrito central de Hamburgo las que, después de otra revisión, le retiraron la licencia al recinto por no contar con el sistema contra incendios requerido. Así lo informan las ediciones digitales del diario Die Welt y del semanario Der Spiegel. Dadas estas circunstancias, Cavusoglu ha optado por levantar la voz como lo hizo antes de él el propio Erdogan.
Según la agencia de noticias turca Anadolu, Cavusoglu sostuvo este lunes (6.3.2017) que presionar a dueños de salas de conferencias y hoteles para que se abstengan de prestar sus espacios a una persona o a un grupo es "una forma de represión sistemática”. Acotando que esa práctica no era aceptable, el ministro turco subrayó que la misma no se limitaba a Alemania. El Gobierno de los Países Bajos no ha ocultado su interés en evitar que Cavusoglu haga campaña política entre los turcos de ese Estado comunitario. Cavusoglu dijo al respecto que los diplomáticos de La Haya deberían haber conversado directamente con él para comunicarle sus miedos.
Alemania, Austria y los Países Bajos
No es difícil intuir que, de cara a elecciones inminentes, el status quo neerlandés le teme a un repunte de los populistas de derecha en las encuestas, espoleado por uno o dos discursos proselitistas del ministro turco de Exteriores. "Si me lo dices como corresponde, te puedo ser de ayuda; pero si primero le dices a la prensa ‘no, él no puede venir' y después hablas conmigo, entonces el problema nos estalla a los dos en la cara”, argumentó Cavusoglu, añadiendo que el actual Gobierno neerlandés se había convertido en "rehén” del ultraderechista Geert Wilders, quien ha pedido explícitamente que a todos los ministros turcos se les prohíba entrar al país.
A Wilders se unió este domingo (5.3.2017) el canciller austríaco, Christian Kern, haciendo un llamado para que a los políticos turcos se les prohíba hacer campaña electoral en todos los países de la Unión Europea. "Sería sensato que hubiera una medida común europea para evitar ese tipo de actos”, dijo Kern, reiterando su petición de interrumpir las negociaciones para el ingreso de Turquía al bloque comuntario. "Debemos replantearnos las relaciones con Turquía sin la perspectiva de un ingreso a la UE”, señaló el jefe del Gobierno austríaco.
ERC ( EFE / dpa )