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Alemania “no debe ceder ante el chantaje turco”

4 de marzo de 2017

En medio de las actuales tensiones turco-alemanas, no se puede olvidar cuál es el verdadero problema: el estado de la democracia turca, advierte Bilgin Ayata, en entrevista con DW.

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Die deutsche und die türkische Flagge
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Charisius

DW: Tras la cancelación de varios mítines en Alemania donde tenían pautado intervenir los ministros turcos de Justicia y Economía, Ankara acusó al Gobierno de Angela Merkel de pretender impedir el éxito del referendo sobre la reforma constitucional turca y, en consecuencia, la transformación de Turquía en una república presidencialista, que es el objetivo principal del actual jefe de Estado turco, Recep Tayip Erdogan. ¿Escalarán las tensiones bilaterales?

Bilgin Ayata: El ambiente está obviamente muy tenso. Pero creo que la relación entre Turquía y Alemania es suficientemente fuerte para sobrevivir a este conflicto. No obstante, llama la atención que los ministros turcos de Exteriores y de Justicia se hayan expresado tan duramente sobre las cancelaciones de estos mítines en Alemania. Sus declaraciones son contradictorias. No olvidemos que los líderes opositores y los periodistas son detenidos arbitrariamente en Turquía; que es justamente en ese país donde no existe la libertad de expresión, ni para los comunicadores ni para los políticos opositores.

Antes de que el ministro de Justicia eche en falta la libertad de expresión en Alemania, debería primero garantizarla en Turquía. Existe ahora el peligro de que el Gobierno turco utilice estas declaraciones como pretexto para sacarse de encima su propio problema, devolviéndolo. Por supuesto que el problema no es la libertad de expresión en Alemania. El verdadero problema, sobre el que tenemos que hablar, es el estado de la democracia en Turquía.

Deutschland Bilgin Ayata
Bilgin Ayata, politóloga especializada en procesos migratorios.Imagen: picture-alliance/dpa/K. Schindler

¿Cómo evalúa usted la cancelación de los mítines de estos políticos turcos por parte de las autoridades comunales alemanas?

Creo que estas cancelaciones expresan un cambio de ánimo, que se viene notando desde hace días, tanto en la opinión pública como en la política alemana. A muchos se les ha vuelto cada vez más claro lo que realmente significan los más recientes cambios en Turquía.

Muchos políticos alemanes han advertido antes sobre el peligro de “importar” los conflictos internos turcos a Alemania. ¿Qué efecto ejercerán las actuales tensiones bilaterales sobre los turcos y turco-alemanes en Alemania?

Esa pregunta surge cada vez que hay algún problema en Turquía que le interesa a los turcos y a los descendientes de turcos radicados en Alemania. Las actuales tensiones podrían tener el efecto secundario de movilizar especialmente a simpatizantes del AKP, el partido de Erdogan, porque quizás consideren injustas las cancelaciones en cuestión. Eso podría reforzar su apoyo a Erdogan.

¿Qué peso tienen los turcos y turco-alemanes que viven en Alemania de cara al referendo para enmendar la Carta Magna turca?

Son muy importantes. Ya en las dos últimas elecciones se ha visto que ellos juegan un rol muy grande en Turquía. Son, de algún modo, la gota que colma la copa para acabar de inclinar el balance de poder. Y el Gobierno turco lo sabe. El AKP tiene muchos simpatizantes en Alemania; ellos constituyen una audiencia valiosa en esta campaña. En otros países es diferente. En Gran Bretaña o en Suiza, también en Estados Unidos, la oposición turca está mejor representada.

¿Cómo ve usted el futuro de las relaciones diplomáticas turco-alemanas?

Creo que esa relación vivirá una nueva prueba, especialmente cuando Turquía vuelva a intentar hacer presión sobre Berlín o Bruselas con el pacto para la devolución de refugiados. Ahora mismo, la situación es explosiva, sobre todo para el Gobierno alemán. Y es que es el lado alemán el que ha asumido el riesgo de entrar en una cada vez más estrecha cooperación con la cada vez más autoritaria Turquía. Fue especialmente el Gobierno alemán el que buscó ese acuerdo sobre refugiados. Así que él mismo es responsable del actual estado de cosas, de la posición en que se encuentra. En la prensa se leyó mucho sobre una así llamada, “toma de rehén”. Pero el Gobierno alemán no debe ceder ante el chantaje de Turquía. Ni siquiera considerando que el Gobierno alemán le dio un espaldarazo a Erdogan en 2016 con esa cooperación en materia migratoria.

Bilgin Ayata es profesora asistente de Sociología Política en la Universidad de Basilea, Suiza. Nacida en Ulm, Ayata estudió un Máster en Ciencias Políticas en la Universidad de York (Canadá) y se doctoró en la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.). Entre sus temas privilegiados de investigación se hallan: la migración, los procesos de transformación y el conflicto kurdo.

Autora: Hülya Topcu