Todos contra Bush
8 de septiembre de 2005La guerra en Irak y los exorbitantes precios de la gasolina han deparado a Bush el porcentaje de popularidad más bajo de todos los presidentes de los Estados Unidos, con excepción de Nixon durante los días del Watergate. Según una encuesta realizada por "The Washington Post", el 53 por ciento de los ciudadanos opina que la guerra en Irak no vale la pena, y el 57 por ciento desaprueba la manera en que Bush ha manejado el conflicto.
Los norteamericanos no han tenido aún la oportunidad de manifestarse en los sondeos oficiales sobre la catástrofe de Nueva Orleáns, pero los datos de este periódico estadounidense indican que el 73 por ciento considera deficitaria la gestión de la crisis.
Cindy Sheehan, la madre pacifista
Armada con su silla de camping llegó Cindy Sheehan a las puertas del rancho de 648 hectáreas que Bush tiene en Texas. Su hijo murió en Irak, y la madre pacifista quería oír del presidente, cara a cara, la razón por cual este soldado de 24 años, como otros 2.000, tuvo que dar la vida. Sheehan se ha convertido en todo un símbolo en Estados Unidos, y sus seguidores aumentan día a día.
La ira por Katrina
El alcalde de Nueva Orleáns, Ray Nagin, y las autoridades locales han sido muy duros con el modo en que sus colegas de Washington han gestionado la crisis provocada por el huracán Katrina. "No tienen ni idea de lo que está pasando aquí", explotó Nagin, "¿me quieren decir que en un lugar donde probablemente hay miles de personas muertas y otras miles están muriendo cada día, no pueden encontrar la forma de autorizar los medios que necesitamos? ¡Vamos!", concluyó.
Desde el propio partido
Bush tiene que soportar críticas hasta desde las filas de su propio partido. La senadora republicana Susan Collins declaró que "es difícil de entender la falta de preparación y la ineficaz respuesta inicial a un desastre que se llevaba prediciendo desde hace años. El gobierno falló a todos los niveles". También el republicano Chuck Hagel dedicó duras palabras a la administración Bush: "Las cosas no están mejorando. La Casa Blanca está completamente desconectada de la realidad", dijo.
"Nos han fallado"
Pero no sólo los políticos tienen algo que decirle a Bush. Tras Katrina, la indignación que recorre Estados Unidos se deja sentir, y los famosos se han convertido en la voz de los que no aparecen en las pantallas. La presentadora Oprah Winfrey, la normalmente recatada cantante Celine Dion, Sean Penn, Pierce Borsnan, John Travolta y muchos otros artistas han puesto el rostro para afirmar, que se sienten defraudados. Uno de los más duros fue el cantante de rap Kayne West: "A George Bush no le interesan los negros", dijo.
Bush, sin amigos en Europa
Según una encuesta publicada por el "German Marshall Fund", institución que se encarga de analizar las relaciones entre Europa y Estados Unidos, el 59 por ciento de los europeos están en contra del papel dominante de EE UU en la política mundial.
Desde que comenzara la guerra en Irak hace dos años y medio, la opinión de los europeos acerca de la forma estadounidense de ejercer el liderazgo no ha mejorado en absoluto: el 72 por ciento desaprueba la política exterior del presidente Bush. "Hemos descubierto que, pese a los esfuerzos por mejorar las relaciones, sigue existiendo un gran abismo entre EE UU y Europa", confesó Craig Kennedy, presidente del German Marhall Fund.