''Un mundo misterioso'' fue recibida con abucheos
16 de febrero de 2011El cineasta argentino Rodrigo Moreno (Buenos Aires 1972) se hizo de un nombre en la Berlinale desde que su primer largometraje, El Custodio, obtuviera el premio Alfred Bauer en el 2006 ,con el que se honran los trabajos que aportan una nueva perspectiva en el arte de hacer cine. Su segunda película Un mundo misterioso, con la que el realizador ha vuelto a Berlín para competir por los máximos galardones del festival narra el absurdo deambular de Boris (Esteban Bigliardi) después de que su pareja, Ana (Cecilia Rainero) le pidiera un tiempo de separación. No sabe ella cuanto tiempo y él no entiende qué es “un tiempo”.
La cinta de 107 minutos de duración documenta el deambular sin rumbo del personaje, como si por esa separación su vida hubiera perdido toda lógica. “Mi foco de interés, mi pobre objetivo cinematográfico es que la película dialogue con el conflicto del personaje”, explicó el cineasta a periodistas tras el estreno de la cinta.
Un treintañero taciturno
Mientras que en El Custodio Rodrigo Moreno retrata a un guardaespaldas de un ministro que apenas le da los buenos días, Boris es un treintañero de pocas palabras al que las cosas le salen al revés. “En El Custodio el agobio de la vida laboral del personaje me llevó a hacer una película más estricta, lo que hubiera sido más difícil hacer en el periplo errante de alguien cuya pareja le ha pedido un tiempo. Conozco una sola forma de hacer películas y esa también es mi limitación”, reconoció el director.
“Me interesa retratar lo que pasa cuando dejamos de ser funcionales. Si yo filmo una entrevista, me fijo en los preparativos del periodista para hacer la entrevista, como cuando saca el cable y la grabadora. Busco los momentos disfuncionales y es lo que busqué formalmente en la película”.
Boris llega a una fiesta de unos amigos en la que, sin muchas palabras de por medio, se aproxima a una chica y la abraza para besarla. Se la pasan besándose hasta el amanecer. “En la fiesta necesitaba prescindir del guión”, reconoció Moreno, y añadió que aunque los diálogos no fueron improvisados, pues desconfía de los actores improvisando diálogos, hubo movimientos de cámara improvisados durante varias escenas, lo que da como resultado una película “muy desajustada”, dijo.
La respuesta a El Custodio
El cineasta dijo que El Custodio fue interpretada por la crítica como solemne, lo que le molestó un poco, pues dijo no ser solemne. Por eso puso en escena un juego de palabras, que llamó “una pavada”, con el que se quitó la careta pues es un juego que a él le gusta jugar.
El productor Hernán Musaluppi dijo que la cinta tuvo un costo de 600.000 euros y que Rizoma Films no necesitaba mucho público para recuperar la inversión. “Durante los últimos diez años hemos diseñado la forma de hacer películas y generar dinero partiendo del supuesto de cero espectadores”, dijo. El productor se distanció de las películas taquilleras al estilo Hollywood a las que dijo que su productora les tiene desconfianza. La cinta tuvo capitales argentinos, alemanes y uruguayos y entre los patrocinadores estuvo el canal de derecho público alemán ZDF y el canal germano francés Arte.
El director de la Berlinale, Dieter Kosslick, definió la película de Moreno como una especie de “budismo zen argentino”, cuando dio a conocer el programa oficial del festival y añadió que era "como una respuesta a las prisas de hoy en día". Al final de la proyección para la prensa y la crítica hubo abucheos. Sin embargo una académica y crítica de cine estadounidense dijo que eso es lo interesante del Festival de Cine de Berlín, que apuesta por películas que no se verían en ninguna otra parte.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas