Terremoto minero en el Sarre
24 de febrero de 2008Un temblor de 4 grados no es precisamente algo que cause sobresalto en las regiones del mundo acostumbradas a la actividad sísmica. Pero en el estado alemán del Sarre, en la frontera con Francia, no sólo provocó algunos daños en edificaciones, sino que tuvo una réplica drástica, equivalente a un verdadero terremoto: 3.600 mineros han quedado de momento sin trabajo. ¿La razón? El sismo fue causado a todas luces por las faenas de la minería del carbón de la zona, cuyas actividades quedaron suspendidas de inmediato, hasta nuevo aviso.
Cuestión de seguridad
“Al la empresa (RAG) le corresponde demostrar si el peligro para la población puede ser eliminado más allá de toda duda”, señaló el primer ministro cristianodemócrata del Sarre, Peter Müller, a la prensa. Y agregó con toda claridad: “Si eso no se logra, desde mi punto de vista no será posible reanudar las faenas”.
También el jefe de la oposición socialdemócrata del Sarre, Heiko Maas, considera factible el cierre de la mina. “El futuro de la extracción de carbón dependerá de si se aclaran las causas de este temblor y se puede descartar a futuro amenazas para la población”, puntualizó el político. Por ahora, el hecho es que los mineros de la región han sido enviados a sus casas, sin saber si quedarán definitivamente desempleados.
Temblores de origen humano
No es la primera vez que la minería del carbón ocasiona temblores en ésta y otras zonas. Tampoco son los únicos sismos provocados por la mano del hombre. En la región de Basilea, por ejemplo, se recuerdan los temblores de hace poco más de un año, atribuidos a los trabajos de perforación realizados en el marco de un proyecto geotérmico, que también tuvo que ser interrumpido por esta causa. En esa oportunidad, los temblores alcanzaron intensidades algo superiores a los 3 grados.
En el caso del Sarre, los daños materiales inmediatos fueron modestos. Varias tejas cayeron, al igual que algunos ornamentos de la iglesia de San Basilio. Pero, sin duda, el daño económico será muchísimo mayor si efectivamente se pone fin a la extracción carbonífera en la zona, de por sí objeto de discusiones desde hace tiempo, por motivos relacionados con la rentabilidad y la protección del medio ambiente.