Suicidas: la pesadilla del maquinista
20 de septiembre de 2011Pocas cosas hay más traumáticas que un suicidio. En primer lugar, para los deudos. Y también para aquellos que se han convertido en instrumento involuntario de quienes resolvieron poner fin a sus días, por ejemplo, arrojándose a la línea férrea.
Responsabilidad de los herederos
Traumatizado quedó el conductor de un tren a cuyo paso se lanzó, el 5 de enero de 2009, un joven de 20 años. Y recurrió a los tribunales para demandar una indemnización de los familiares del suicida, alegando que desde el fatídico acontecimiento sufría de insomnio y dolores de cabeza.
Según explicó el abogado Andreas Wirz a la agencia dpa, “los herederos han de hacerse responsables de los daños ocasionados por quien les deja un legado, a menos que renuncien a la herencia”. Cuando se heredan bienes, se heredan también las deudas del difunto. Y, a juicio del abogado, también la empresa de ferrocarriles podría reclamar compensación por daños y perjuicios.
El caso Enke
Sin embargo, la empresa alemana de transportes ferroviarios Deutsche Bahn prefiere abstenerse, por principio. Y eso, a pesar de que los suicidios constituyen para ella un gran problema. Así quedó de manifiesto en noviembre de 2009, después de que el arquero de la selección germana Robert Enke se lanzara al paso de un tren. Su muerte conmocionó al país y puso sobre el tapete cifras espeluznantes: anualmente se registran cerca de 1.000 casos de este tipo en Alemania, lo que equivale a casi tres al día.
La Deutsche Bahn ofrece asistencia a los conductores de trenes que se han visto enfrentados a hechos como éstos. Por lo general son retirados del servicio por unos días y reciben tratamiento sicológico. Algunos no consiguen sobreponerse para reanudar su labor y son destinados a otras tareas dentro de la empresa.
Acuerdo extrajudicial
Pero pocos son los casos en que un maquinista exige reparaciones ante un tribunal. Quizá porque es difícil probar las circunstancias exactas en que ocurrieron los hechos, porque enfrentar un proceso judicial supone una nueva carga emocional, o por razones de índole moral y de compasión con las familias que han sufrido un golpe tan doloroso. Y, aunque desde el punto de vista jurídico una demanda sea procedente, tampoco a los tribunales les ha de resultar fácil dictar sentencia cuando tanto demandantes como demandados son víctimas.
En el caso que acaba de tratarse ante la Justicia en Nuremberg, la corte recomendó un arreglo extrajudicial. Sugirió como posible indemnización una suma de entre 3.000 y 5.000 euros, desestimando, por excesiva, la cantidad de 15.000 euros exigida en principio por el maquinista. Finalmente las partes llegaron a un acuerdo. Y, aunque mantuvieron reserva acerca del monto de la indemnización, sentaron un precedente en Alemania.
Autora: Emilia Rojas Sasse
Editor: Enrique López