SPD: otro desastre anunciado
6 de septiembre de 2004
El partido socialdemócrata (SPD) alemán va de debacle en debacle. El desastre electoral de este domingo se lo propinaron los habitantes del pequeño estado federado del Sarre, donde sólo poco más de la mitad de los 816.000 electores registrados acudió a las urnas. En vista de que el estrepitoso fracaso de la socialdemocracia había sido larga y profusamente anunciado por todos los sondeos de opinión, en la jornada electoral sólo restaba esperar a ver las dimensiones que adquiriría la bofetada. Y fue, sin duda, un golpe doloroso para el partido del canciller Gerhard Schröder, que obtuvo su peor resultado en más de 40 años en ese estado. Contra él se dirigen en primera línea las críticas, por su política de reformas en el campo social.
El "factor" Lafontaine
Los comicios del Sarre, pese a no ofrecer sorpresas, tuvieron una peculiaridad. Porque ésa es la región de donde proviene Oskar Lafontaine, antiguo patriarca del SPD que se alza ahora como uno de los paladines del movimiento contra Schröder y coquetea incluso con la posibilidad de sumarse a la iniciativa de fundar un nuevo partido de izquierda en Alemania.
Lafontaine, quien durante años fue primer ministro del Sarre y supuestamente goza aún de gran influencia en la región, no fue evidentemente una gran ayuda para el candidato socialdemócrata, Heiko Maas. En lugar de contribuir a aglutinar los votos de los descontentos con la actual política de Berlín, el controvertido político prefirió sumarse la semana pasada a las manifestaciones contra el gobierno en Leipzig provocando, de paso, una fragmentación del movimiento popular contra las reformas laborales y los recortes de asistencia social.
El bastión se desmorona
La experiencia del Sarre, con su alto grado de abstención, demuestra sobre todo el desencanto de parte considerable del clásico electorado socialdemócrata: los trabajadores y aquellos que han dejado de serlo para pasar a engrosar las filas de los desempleados. De acuerdo con los expertos en demoscopía, en este segmento el SPD registró pérdidas del orden de un 28%. De poco le sirvió a la socialdemocracia del Sarre tratar de distanciarse de la política de Berlín. Ni que el canciller Gerhard Schröder no haya concurrido a ninguno de los actos de la campaña electoral de la región.