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¿“Silencio” de Alemania durante la dictadura argentina?

José Gayarre19 de mayo de 2014

Según información publicada por el semanario "Der Spiegel", el gobierno de Helmut Schmidt habría sabido de horrores cometidos por al Junta Argentina, optando por una “diplomacia del silencio”.

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Proceso contra los crímenes de la Junta Militar Argentina.
Proceso contra los crímenes de la Junta Militar Argentina.Imagen: JUAN MABROMATA/AFP/Getty Images

En documentos mencionados esta semana por el semanario alemán Der Spiegel, el gobierno del entonces canciller alemán Helmut Schmidt habría “silenciado” ciertos comportamientos en la dictadura militar argentina (1976-1983). Entre otras cosas, el gobierno (entonces con sede en Bonn) no habría presionado lo suficiente para aclarar los crímenes. Tampoco los cometidos contra ciudadanos alemanes o de ascendencia germana.

Diplomacia del "silencio"

Como base, la revista aporta datos sacados de las actas recientemente desclasificadas por el ministerio de Exteriores según las cuales, el gobierno alemán habría aplicado una “diplomacia del silencio”, pese a conocer los horrores practicados por la Junta.

El informe cita al entonces embajador alemán de Buenos Aires, Jörg Kastl, que habría calificado la llegada al poder de la Junta Militar como “único camino practicable”. Al parecer, debido al temor de que la situación derivase en la llegada al poder de otra dictadura o “aventura autoritaria de izquierdas” en plena Guerra Fría. En el texto también se cita a Karl Mörsch, entonces secretario de Exteriores, que decía que la Junta dejaría el poder y que sus miembros no eran cínicos dictadores.

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Protestas por víctimas de la Junta en Argentina.Imagen: AP

Wolfgang Kaleck, abogado y portavoz de la Coalición contra la Impunidad (organización dedicada a esclarecer los crímenes de la Junta) que lleva 15 años investigando estos hechos, agradece que se publique esa información como prueba de que el gobierno de Bonn no hizo mucho para rescatar a las víctimas alemanas de la dictadura.

Para Esteban Cuya, periodista especializado miembro del Centro de Derechos Humanos de Núremberg, los informes tampoco son ninguna novedad. De sus investigaciones se deduce que el gobierno alemán ya tenía información de primera mano por la que sabía 3 ó 4 semanas antes del golpe de estado en Argentina. Posteriormente, incluso habrían sabido que algunas víctimas habían desaparecido o fallecido, si bien tomaron la decisión política de no informar con exactitud a las familias. El experto aclara que habría que esperar para que el entonces embajador, Jörg Kastl, reconociera finalmente que dicha información fue ocultada.

Wolfgang Kaleck, abogado y portavoz de la Coalición contra la Impunidad.
Wolfgang Kaleck, abogado y portavoz de la Coalición contra la Impunidad.Imagen: picture-alliance/dpa

Pero… ¿cuál era la versión oficial? Según el semanario, el canciller Schmidt declaró que el respeto a los derechos humanos y la protección de los alemanes en Argentina era una prioridad. Sin embargo, también afirma que el gobierno se habría decantado por la posición del entonces responsable de Exteriores para Latinoamérica, Karl-Alexander Hampe, partidario de “no provocar un perjuicio duradero a la relación argentino-germana".

¿Silencio por contratos?

Al igual que Der Spiegel, Kaleck también alude a relaciones comerciales como uno de los motivos para evitar ese “perjuicio”. Hoy hay un mayor respeto hacia los derechos humanos a la hora de entablar relaciones económicas, aclara, pero en aquel momento, la política exterior iba de la mano de la política económica. Lejos de salir perjudicadas por la situación, las relaciones comerciales de Alemania con Argentina incluso aumentaron durante la regencia de la Junta.

También Esteban Cuya apunta hacia esa dirección precisando que el gobierno no se manifestó nunca abiertamente contra las prácticas de la Junta. Si lo hubiese hecho, Alemania se habría negado, por ejemplo, a participar en el mundial de fútbol de Argentina, tal y como lo demandaban grupos de la sociedad civil que llamaban la atención sobre los crímenes, en los que incluso desaparecían víctimas alemanas.

Para el activista, había grandes contratos de empresas alemanas en juego. No solo de armamento como se dice en Der Spiegel, sino también otro tipo servicios destinados a abastecer al Estado argentino. Por ejemplo, contratos de televisión para transmitir el mundial de futbol a color.

En la información publicada, durante la dictadura argentina se calcula que hubo unas 30.000 personas desaparecidas de las cuales, por lo menos 74 eran alemanas o de ascendencia alemana.