Segunda generación: las energías renovables también deben ser renovadas
19 de abril de 2011El caballero Don Quijote libró en el siglo XVI un combate condenado al fracaso: el héroe tragicómico de la gran novela de Cervantes atacó a molinos de viento que él creía gigantes dotados de numerosos brazos. Hace ya algunos siglos, la fuerza del viento ya era conocida y apreciada. Por entonces, los supuestos gigantes molían harina. Hoy suministran electricidad. Lo que hoy denominamos "nuevas energías", pues, en el fondo no es en absoluto algo tan novedoso. También la energía hidráulica es conocida desde hace tiempo. Una forma de energía utilizada ya en el antiguo Egipto y en el Imperio Romano.
"Repowering": aire fresco para las energías renovables
El mismo destino se cierne sobre todas las instalaciones, da igual si viejas o modernas: envejecen, se deterioran, se estropean. El tiempo también pasa para las primeras generaciones de nuestras modernas instalaciones eólicas y solares, en servicio desde hace más de veinte años, una edad considerable para instalaciones de este tipo. "Generalmente, tiene sentido renovar directamente las instalaciones antiguas en lugar de mantenerlas y, llegado el caso, repararlas", afirma Daniel Kluge, de la Asociación Federal de Energías Renovables (BEE, por las siglas en alemán). El motivo hay que buscarlo, sobre todo, en la velocidad con la que avanza el desarrollo tecnológico en el sector. "En cuestión de veinte años se produjo un enorme avance en el rendimiento y una gran mejora de la calidad en el conjunto del sector de las energías renovables", según Kluge.
En el sector de la energía eólica se emplea un término de nuevo cuño para referirse a dicho proceso de implantación de nuevos equipos: "Repowering". "Así se denomina la sustitución de las viejas plantas por nuevas instalaciones capaces de ofrecer un mayor rendimiento", explica Alexander Sehwohl, portavoz de la Asociación Federal de Energía Eólica (BWE, por las siglas en alemán). Y merece la pena: en Alemania, 116 viejos rotores eólicos fueron sustituidos el año pasado por 80 nuevos equipos capaces de multiplicar la energía producida por la antigua generación de molinos eólicos. "Los viejos rotores sumaban una potencia instalada de 56 megavatios, mientras que los nuevos superan los 183 megavatios", según Sewohl. Eso no significa, sin embargo, que las antiguas instalaciones hubieran quedado de por sí obsoletas: los rotores eólicos duran unos veinte años, pero la vida útil difiere en función del modelo.
Tiempos soleados para la energía solar
El panorama es muy parecido en cuanto a la producción de electricidad a través de la energía solar: "los paneles solares son muy longevos", explica David Wedepohl, de la Asociación Federal de la Industria Solar (BSW, por las siglas en alemán): "algunas instalaciones que comenzaron a funcionar en la década de los 80 del siglo pasado, producen aún hoy electricidad". A diferencia de los rotores eólicos, los paneles solares rara vez requieren mantenimiento. El motivo, que no están sujetos a una carga mecánica, con lo cual los módulos fijos apenas sí se desgastan. Aunque el rendimiento tiende a reducirse con el paso de los años, no puede afirmarse de forma general durante cuánto tiempo una instalación es capaz de suministrar energía. Algunos fabricantes parten de la base de una vida útil de 35 años. Otros explican que, tras veinte años, aún es posible alcanzar un 80% de la potencia que la instalación generaba en sus inicios.
El desarrollo tecnológico es también veloz en el ámbito de la energía solar. Las nuevas y antiguas instalaciones fotovoltaicas apenas sí pueden compararse entre ellas. "Solamente desde 2006, el coste de una instalación solar ya instalada se ha visto reducido a la mitad", explica Wedepohl, quien añade: "de esta manera, al consumidor le resulta cada vez más interesante generar su propia electricidad". Más atractivas inclusive resultan las nuevas células solares debido también a lo discreto de los modelos: paneles transparentes o semitransparentes se integran cada vez más a menudo directamente en los edificios en el momento de su construcción.
Renovar las centrales hidroeléctricas
Con un coste relativamente bajo, también las viejas centrales hidroeléctricas pueden producir más energía. En la isla caribeña de San Vicente, por ejemplo, hace ya tiempo que se genera electricidad a partir de la energía del agua. Aquí, las antiguas centrales son renovadas con la ayuda de la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ, por las siglas en alemán). "La presa y la planta de generación de energía ya existen, mientras que se renuevan las tuberías y las máquinas", explica Sven Homscheid, asesor tecnológico de la GIZ. En el futuro, la energía hidráulica cubrirá el 30% de la demanda de electricidad en San Vicente. Hasta ahora, la isla sigue dependiendo del petróleo casi por completo.
Dado que las centrales hidroeléctricas se extienden prácticamente por todo el mundo, hablamos de una tecnología que goza de un amplio margen para seguir desarrollándose. El ingeniero Hartmuth Drews, por ejemplo, ha reinventado la rueda: Drews espera que históricas norias que antes servían para impulsar molinos, ahora suministren también electricidad. Con la ayuda de un generador especial, su denominada "noria de corona de segmento" puede conseguir exactamente eso: funciona de forma parecida a la dinamo de una bicicleta, que también transforma en electricidad la energía mecánica. La rueda puede adaptarse de forma flexible a cualquier emplazamiento.
"Esta tecnología se desarrolló explícitamente para la modernización de las centrales hidroeléctricas ya existentes", según Drews. Sólo en Alemania, se estima que hay unos 25.000 emplazamientos adecuados -principalmente, viejos molinos- para instalar el sistema patentado por Drews. El ingeniero recibe también pedidos de Nigeria, Bangladesh, Etiopía y Brasil. Teóricamente, una noria de este tipo puede abastecer a quince hogares. La rueda de Drews es un ejemplo esperanzador: los esfuerzos para acabar con la dependencia de los combustibles fósiles pueden acabar en éxito, aunque la lucha de Don Quijote contra los molinos de viento no tuviera nada de exitosa.
Autora: Nele Jensch
Redacción: Emili Vinagre