Sarkozy ofrece energía atómica al mundo islámico
15 de enero de 2008
Esta vez no lo acompañó su novia Carla Bruni. En estos países el contacto entre un hombre y una mujer que no están casados es castigado con latigazos, aunque se rumora que ambos contrajeron nupcias en una boda relámpago la semana pasada.
Después de iniciar su recorrido el lunes en Qatar, el presidente galo llegó el martes a los Emiratos Árabes Unidos en donde firmó un contrato marco para el uso pacífico de energía atómica. Durante una entrevista con el diario pan- árabe Al Hajat, Sarkozy destacó el derecho del mundo islámico de usar la energía atómica en concordancia con el derecho internacional. Expertos critican que Francia venda tecnología atómica a países del Medio Oriente y a economías emergentes.
Multinacionales francesas como Total, Suez y Areva anunciaron en los Emiratos Árabes Unidos un joint venture con empresas de la región para la construcción de dos reactores nucleares de agua presurizada (EPR). El acuerdo de cooperación firmado por el presidente galo, por un valor de 6 000 millones de euros, es el tercero entre Francia y un país árabe en la cooperación de tecnología nuclear con uso civil. El año pasado Sarkozy firmó contratos similares con Argelia y Libia. También ha asegurado su respaldo a Marruecos, Túnez y Egipto en la construcción de sus propios reactores nucleares.
Sarkozy: promotor de ventas
La empresa estatal de energía Areva se comprometió a suministrar y eliminar las varillas de combustible. Aunque Francia no ha cerrado un contrato similar con Arabia Saudita, funcionarios de la empresa estatal de Energía Atómica viajarán a Riad próximamente para deliberar con expertos saudíes sobre la cooperación en este rubro.
Por lo demás la visita del presidente galo pretende mejorar las deterioradas relaciones económicas y políticas con los países de la región. Sarkozy es considerado como un amigo de Israel mientras que su predecesor, Jacques Chirac era cercano a los países árabes.
Francia ocupa el tercer puesto en el intercambio comercial con Arabia Saudita, después de Estados Unidos y Gran Bretaña.
París aspira vender a Riad helicópteros, buques y submarinos. Por lo pronto Sarkozy ha cerrado acuerdos en el área de energía y de intercambio universitario, pero su visita da un impulso considerable a las exportaciones galas de tecnología nuclear con fines civiles.
La preocupación mundial por el medio ambiente se ha traducido en un renovado interés por la energía atómica, que es vista por muchos países como una alternativa limpia en la generación de energía. Irán quiere completar el reactor de Bushehr con ayuda de Rusia, cuya construcción, de tecnología alemana, data de la era del Sha Reza Pahlavi. Sus vecinos árabes sospechan que el país aspira a construir la bomba atómica y no se quedarán con los brazos cruzados.
Críticas a Francia
Sólo unos cuantos países tienen la capacidad para exportar tecnología nuclear. Además de Estados Unidos y Rusia, el consorcio estatal francés Areva produce su modelo EPR (European Pressurized Water Reactor), que es construido en Normandía y en Finlandia. China ha comprado dos reactores EPR.
Pese a que este tipo de reactores son considerados como los más seguros, expertos critican que se venda esta tecnología a economías emergentes que eventualmente pueda ser utilizada con fines militares. Aunque una bomba atómica puede construirse sin una central nuclear, el poseer varillas de combustible facilita considerablemente la fabricación de armas atómicas.
La inestabilidad en el Medio Oriente es un argumento contra la exportación de tecnología nuclear, insisten expertos. El físico Götz Neuneck del Instituto de Investigaciones para la Paz de la Universidad de Hamburgo critica que París suministre varillas de combustible a países del Medio Oriente, en donde sigue imperando una situación incierta e incluso existe el riesgo de que dichas instalaciones se conviertan en blanco de ataques terroristas.