Rousseff vacía su despacho y prepara salida del poder
12 de mayo de 2016
Diversos medios brasileños informaron la noche de este miércoles (11.05.2016) que la presidenta Dilma Rousseff había acelerado el traslado de sus pertenencias desde su despacho en el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia en Brasilia, hacia el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial en la que se atrincherará durante el eventual proceso que casi con seguridad será aprobado por el Senado, que debate desde primera hora de la jornada la apertura de un juicio político en contra de la jefa de Estado.
Libros y fotos familiares, especialmente de su hija y sus dos nietos, salieron ya de la oficina de Rousseff, junto con adornos y cuadros que pertenecen a la mandataria. También han sido instaladas unas cercas en torno a la rampa que conduce desde la acera hasta el primer piso del Palacio de Planalto, en previsión de que este jueves, una vez notificada de la decisión del Senado, Rousseff abandone la sede de la Presidencia.
En el lugar ya está todo listo para la eventual transición del Gobierno, que asumiría en forma interina el vicepresidente Michel Temer. Durante la tarde del miércoles, Rousseff grabó un discurso al país, pero finalmente se decidió que hable en vivo para llegar a la base del Partido de los Trabajadores, algo que no pasaría con un video en las redes sociales. Asimismo, se trabajó en la puesta en escena de su despedida.
Amplia mayoría por el impeachment
En caso de aprobarse el juicio, Rousseff será notificada sobre su alejamiento del cargo alrededor de las 10:00 horas (13:00 GMT). El acto de firma de la notificación se realizará en una ceremonia en su despacho, donde hará una declaración a la prensa y recibirá a su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva. Luego, Rousseff saldrá por la puerta principal del edificio para reunirse con sus seguidores.
Todo indica que el Senado aprobará la apertura de un juicio político en contra de la presidenta, por lo que sería alejada del cargo por un plazo máximo de 180 días. Para que eso ocurra se necesita una mayoría simple de 41 votos, los que estarían asegurados. Según Folha de Sao Paulo, al menos 53 senadores se habían inclinado, en consultas previas, por aprobar la apertura del impeachment.
Si el Senado, en una sesión final prevista para septiembre, la absuelve de las acusaciones de haber violado la Ley de Responsabilidad Fiscal al practicar maniobras contables que permitieron ocultar la verdadera situación económica del país y abrir líneas de créditos extraordinarios sin pedir aval al Congreso, Rousseff volverá a gobernar. Si no, su período será concluido por Michel Temer.
DZC (Reuters, dpa, EFE)