Romy Schneider: nadie es profeta en su tierra
29 de mayo de 2007DW-WORLD: Como crítico de cine, ¿cuál es a su juicio la mejor película de Romy Schneider?
Wolfgang Martin Hamdorf: Yo realmente valoro mucho todas las películas que hizo en Francia; para mí quizá una de las más interesantes sigue siendo Swimmingpool, con Alain Delon.
¿Por qué?
En ese filme se puede admirar la habilidad de esta mujer para tranformarse, en comparación con la imagen que se forjó en las películas de Sissi, esa muchacha buena, esa figura con la que la burguesía alemana se identificaba. El abismo entre las dos películas es increíble…
¿Fue necesario que se marchara a Francia para poder desarrollar su carrera artística en esa dirección? ¿No hubiera tenido la oportunidad de hacerlo en Alemania?
Yo creo que no. Poco después de Sissi, Romy Schneider rodó Muchachas de uniforme, tras lo cual se le vino encima una ola de odio porque se trató de una ruptura, aunque, a pesar de todo, relativamente inofensiva. La película trata de las tendencias homo-eróticas entre una profesora y su alumna en un colegio prusiano, lo que supuso romper totalmente con la imagen que la industria cinematográfica había creado de ella a través de Sissi. Yo no creo que Romy hubiera podido triunfar como actriz en Alemania, tal y como estaba la situación del cine alemán entonces. Incluso una actriz como Marlene Diertrich no consiguió volver a insertarse en Alemania porque, simplemente, no había una atmósfera cultural para ello.
Valde decir que el público alemán no le dio la oportunidad de evolucionar…
Exacto. En Alemania no hubiera tenido la oportunidad de evolucionar. Hay que tener en cuenta que, por ese entonces, el cine alemán era lo que después se dio en llamar "Opas Kino" ("cine de abuelos"). De aquellos tiempos data el un tanto rancio cine alemán de postguerra , el cine de los guardabosques y de colorido local, las imitaciones de géneros cinematográficos, que hoy uno puede mirar con cierta diversión. Pero hay que pensar que el paisaje cinematográfico alemán antes era así, increíblemente triste y aburrido. (…) Por decirlo en forma malévola, era una continuación de las películas de entretenimiento del Nacional Socialismo, pero peor hechas.
Después llegó algo completamente diferente, de la mano de directores como Fassbinder o Schlöndorff…
Por supuesto, llegó el cine alemán joven, que se opuso abiertamente a la forma del cine antiguo. Pero, a los ojos de los directores jóvenes que comenzaron su carrera entonces, Romy Schneider era una actriz que, debido a su papel en Sissi, se adsqcribía a aquella tradición.
25 años después de la muerte de Romy Schneider ,se habla de la última diva alemana.
No me parece una expresión acertada, porque yo considero a Romy Schneider una gran actriz. En mi opinión, esa expresión no dice nada. Romy Schneider fue una actriz alemana, pero no hay que olvidar que ella triunfó en una cultura cinematográfica distinta, mucho más nutrida que la alemana: la francesa.
¿Tendría hoy Romy Schneider oportunidades dentro del cine alemán?
Yo creo que sí. Y se puede nombrar otro ejemplo: Hanna Schygulla, que encarna a uno de los personajes principales en última película de Fatih Akin, que se presentó en Cannes. Se trata de otro regreso artístico. Una joven Romy Schneider tendría muchas posibilidades ya que, gracias a Dios, el panorama cinematográfico alemán ha cambiado mucho en los últimos años.