"Regina Martínez fue asesinada por ejercer su profesión"
4 de mayo de 2012El gremio periodístico mexicano exige justicia y reparación para Regina Martínez, la corresponsal de la revista Proceso, asesinada en Xilapas el pasado 29 de abril tras la investigación de un caso de corrupción en el que podrían verse implicados funcionarios locales. Ante esta evidente desprotección que sufre el gremio periodístico, la federalización de los delitos contra la libertad de prensa depende aún de su aprobación en siete estados.
Mientras tanto, cientos de periodistas mexicanos siguen poniendo en riesgo su vida por ejercer su profesión, por enunciar verdades incómodas y otorgarle voz a una sociedad que la delincuencia y el crimen organizado prefiere en silencio, amedrentada por las muertes y la ausencia de justicia.
Sin embargo, ante la impunidad de los crímenes perpetrados, el miedo comienza a esparcirse por las redacciones. Y no es para menos: en los últimos 10 años 80 periodistas han sido asesinados y 14 han desaparecido. El director de la revista Proceso, Rafael Rodríguez Castañeada, colega de la fallecida Regina Martínez afirma que Proceso "seguirá dando muestras de periodismo crítico e independiente“.
Reporteros sin Fronteras ha calificado el Estado de México como uno de los más peligrosos de América Latina para ejercer la profesión periodística.
Y tienen buenos fundamentos. Y es que a raíz de la declaración de "guerra" por parte del Gobierno méxicano contra los cárteles de droga y el crimen organizado se agravó las situación de todos aquellos periodistas que ejercen un periodismo crítico e independiente. El ambiente es de una hostilidad explícita hacia la práctica del periodismo. México vive una situación sin precedentes.
La víspera de su muerte, Regina Martínez publicó una noticia sobre la detención de 9 policías sospechosos de tener vínculos con el narcotráfico. ¿Podría haber molestado la fallecida a las autoridades locales en el ejercicio de su actividad profesional?
Es muy difícil determinar la causa de su asesinato. Las investigaciones están en curso, aunque naturalmente existen numerosas hipótesis ¿Pudo haberse ejercido alguna venganza sobre Regina por algo que esta revista publicó o bien, con su muerte se evitó que siguiera investigando? En este caso, la muerte parece el resultado lógico como consecuencia de la descomposición social que sufre Veracruz y que se ha visto agravada con los años.En este contexto se encuadra el crimen y la hostilidad en el que viven los periodistas, y también la propia revista Proceso, a través de diversos mecanismos de presiones y amenzas. Aunque nunca imaginamos que pudieran tocar la revista a través de una muerte violenta como la de Regina. Sabemos que somos vulnerables, por eso asumimos que Regina fue asesinada por ejercer su profesión. Esperamos que se llegue a los responsables.
El presidente de la empresa editora de Proceso, el subdirector de la revista y usted mismo han pedido al gobernador de Veracruz – Javier Duarte-que el periodista Jorge Carrasco, colega de profesión de la fallecida, se incorpore a la comisión investigadora del crimen...
Efectivamente, ser coayudantes de la Procuraduría Estatal nos permitará estar cercanos a la investigación, acceder a las prubeas periciales y evitar así que haya desviaciones malévolas. También va a colaborar la Procuraduría General de la República, que posee un departamento de atención para delitos cometidos contra periodistas. Esperamos no sólo que la investigación sea correctamente realzada, sino que se lleve a cabo con la rapidez que requiere el caso, para que no se pierda en el olvido.
Tras la muerte de Regina Martínez, el gremio ha exigido justicia y seguridad para los comunicadores. Sin embargo, la impunidad protege estadísticamente a los agresores. Según la media nacional, de cada 100 delitos denunciados, sólo en 3 los responsables son juzgados y encarcelados ¿Quién se esconde detrás de la impunidad? ¿Qué mensaje se esta dando a la sociedad?
Precisamente la impunidad representa el último eslabón de una cadena de descomposición social: en una situación de guerra no declarada pero real, ese tipo de crímenes encuentran su caldo de cultivo en ese tejido de descomposición. En nuestro caso, la situación nos golpea a los periodistas por el oficio que tenemos, pero existen numerosos asesinatos impunes que afectan al conjunto de la sociedad.
Ante la ausencia de justicia y reparación a las víctimas, ¿cuál cree que debe ser el papel de la prensa en casos en los que efectivamente el ejercicio la libertad de expresión puede conllevar una condena de muerte?
A mí me gustaría pensar que estas agresiones propiciasen unidad dentro de la diversidad en el gremio. Sin embargo, en México se da una enorme corrupción que afecta a muchos medios e incluso invade las instituciones políticas de este país. En el caso de Proceso trataremos de crear estructuras de mayor protección para el reportero; sin embargo debemos también asumir los riesgos de nuestra profesión. En este sentido, Proceso no va cambiar su actitud crítica de periodismo independiente. Lamentamos con mucho dolor la pérdida de Regina; sin embargo, si esta muerte era una amenaza, no van a conseguir nada de nosotros, porque Proceso no va a cambiar su línea editorial.
30 años de rigurosa trayectoria profesional avalaban la carrera de la periodista Regina Martínez, comprometida con su trabajo y sobre todo con la verdad, por incómoda que pudiera resultar. ¿Cuál sería el mayor homenaje para todos aquellos periodistas que, como Regina, han muerto en el ejercicio de su profesión?
Sin duda, seguir el ejemplo de quienes han caído, el compromiso con la verdad y con el periodismo crítico. En nuestro caso, haciendo honor cada semana, cada domingo, a ese periodismo independiente que nos caracteriza. Por tanto, que Proceso siga siendo fiel a sí mismo es el mejor homenaje que podemos hacerle a Regina, y a través de ella, a todos los periodistas que han muerto y seguirán muriendo.
Autora: Nuria García Reche
Editora: Emilia Rojas