Refugiados: cuotas en lugar de caos
20 de octubre de 2015¿Por qué no recoger a quienes necesitan refugio en el mismo lugar que lo necesiten y así evitarles el peligroso camino hacia Europa? El Consejo de Expertos en Integración y Migración (SVR) cree que hay una forma más consecuente de organizar la entrada de peticionarios de asilo a Alemania, como lo expresaron sus miembros ante la prensa capitalina este martes 20 de octubre. El SVR es una iniciativa de las principales fundaciones alemanas como Bertelsmann, Volkswagen y Robert Bosch.
Según Cornelia Schu, directora del SVR, una alternativa inteligente a la inmigración incontrolada se logra con la ayuda de “un sistema de cuotas para socorrer a más refugiados y evitar el peligroso cruce del Mediterráneo”.
Alemania ya tiene varios programas de cuotas
Pero las cuotas de refugiados no son una innovación. Ya Alemania ha venido practicando este sistema, solo que en pequeña escala. Desde 2013, Alemania participa activamente en la acogida de quienes huyen de la guerra en Siria y son especialmente vulnerables, como niños, mujeres, enfermos o heridos, por ejemplo. Alemania cuenta en este caso con 20.000 plazas para atender a estos refugiados.
Por otra parte, el estado Alemán dispone de otros 15.000 cupos para refugiados que pueden ser llevados directamente a las regiones. Un programa de atención humanitaria que aún tiene cupos libres. Los refugiados acogidos en estos programas humanitarios son "cuidadosamente seleccionados", ya sea por la Agencia de Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) o por las Embajadas alemanas en el extranjero; en Beirut o Amán, en el caso de los refugiados sirios.
Mientras algunos refugiados reciben una visa en un consulado alemán en los países de la región en crisis y pueden llegar a Alemania por su propia cuenta, otros, como en el caso de enfermos o heridos, son traídos a Alemania en vuelos especiales.
En la dirección correcta
El Consejo Asesor en Integración y Migración analizó todos los programas de acogida de refugiados y formuló algunas recomendaciones. Las ventajas de un más amplio programa de cuotas, según dicho gremio, son evidentes: “acceso seguro y legal a Europa, alivio de los campamentos de refugiados en la región en crisis y un respiro para las oficinas de inmigración alemanas porque las colas para solicitar asilo ya no serán tan largas y tediosas”.
El análisis de la práctica mostró que los programas de cuotas aplicados por Alemania apuntan en la dirección correcta, y solo necesitan ciertos ajustes, como en los criterios de selección, por ejemplo. Algunos estados federados exigen a los peticionarios de asilo tener familiares en Alemania que asuman los costos de la estadía aquí y otros prefieren recibir a niños y mujeres que necesitan protección especial. “No hay una uniformidad en las reglas”, dice Marcus Engler, autor del estudio.
Mientras las personas que llegan gracias a una cuota de refugiados reciben asilo solo por dos años, quienes llegan por otras vías a Alemania reciben la garantía de asilo por tres años. Al cabo de estos plazos las autoridades hacen una revisión de la necesidad de asilo. Por lo anterior, Schu pide “homologar los derechos de los refugiados pare evitar falsos incentivos”.
Según Cornelia Schu, directora del Consejo de Expertos en Integración y Migración, “la experiencia alemana con los programas de cuotas es una buena base aplicable a nivel europeo”.