¡Queremos más!
2 de julio de 2006
¿Dónde se esconden aquellos que un mes antes de empezar el Mundial contaban ya los días que a Klinsmann le quedaban como entrenador? ¿Los que se rifaban su puesto? ¿Los que criticaban sus métodos importados de Estados Unidos? ¿Los que pronosticaron la gran catástrofe? ¿Dónde están los alemanes que apostaban a Brasil como campeón?
Aquellos días son historia. Son historia porque este equipo convence sobre el campo con un juego inusualmente bello para lo que Alemania tiene acostumbrado al mundo. Son historia porque este equipo convence fuera de los estadios demostrando un hermanamiento sin fisuras: todos para uno y uno para todos.
El objetivo de Klinsmann fue un día llegar por lo menos a la semifinal. Con ello, el entrenador consideraría que su trabajo no había fracasado. Pero eso también es historia. La semifinal ya no basta. Klinsmann y su equipo han venido para ganar.
Satisfechos sólo como campeones
"Para lo que tenemos en mente, la palabra 'satisfechos' no existe. Un Mundial como éste te lleva de partido a partido con un hambre permanente. Jamás se debe mirar atrás después de un encuentro exitoso, sino enfrentarse directamente al próximo reto. Satisfechos estaremos si el próximo domingo nos proclamamos campeones del mundo": así queda dicho de boca de Jürgen Klinsmann. Más claro, imposible.
Escuchando estas declaraciones resulta fácil imaginar cómo se desarrollan esas escenas de las que todo el mundo habla tanto en Alemania. Esas situaciones en el vestuario en las que Klinsmann encuentra siempre las palabras adecuadas para subir la moral de sus jugadores, para que salten al césped a dar hasta el alma, para que no se dejen anular por la presión.
"No debemos relajarnos y pensar que ya hemos logrado algo. Queremos ser campeones del mundo. El título es importante porque al fin y al cabo por él seremos valorados", remata Klinsmann.
Trabajo de equipo
Hay muchos detalles que dan al combinado alemán un áurea de grupo unido e inquebrantable. Empezando porque las decisiones del técnico no se discuten, aunque aquí cabe apuntar que hasta el momento las intervenciones de Klinsmann han sido acertadas. O la deportividad con la que el gran ídolo Oliver Kahn aceptó ser portero suplente, se acercó a Lehmann cuando éste se enfrentaba a la ronda de penaltis contra Argentina y demostró su apoyo a quien le ha quitado el puesto.
También a su manera Tim Borowski, el cambio que salva los encuentros, expresó la armonía que reina en el equipo alemán: "Me he acostumbrado al papel de hombre número 12. Durante la ronda preparatoria quise convencer al entrenador de que puedo ser titular, pero no bastó y soy capaz de aceptarlo. Lo importante no son las individualidades, sino el éxito del equipo. Queremos ganar, esté quien esté sobre el terreno de juego".
Da gusto ver a Klinsmann viviendo con su equipo cada segundo del partido. Cuando Alemania marca un gol, el banquillo salta en pleno. Y los jugadores tienen siempre un buen gesto para su técnico. En uno de los momentos más apretados del Alemania-Argentina se pudo ver a Klinsmann debatiendo la táctica a aplicar con Joachim Löw, su segundo. Y es que aquí, el trabajo se hace en equipo.
El próximo rival: Italia
"Contra Argentina, para nosotros lo importante era primero cerrar el centro del campo con Riquelme y Crespo y luego atacar. Contra Italia seremos más ofensivos. Con el magnífico público de Dortmund cubriéndonos las espaldas queremos poner en serias dificultades a los italianos", dijo Löw.
Klose y Ballack estarán también en el once inicial contra la "Squadra Azzura". Sobre la titularidad de ambos se había especulado tras los 120 desgastadores minutos contra Argentina. Pero no hay tema. "Los dos jugarán contra Italia", sentenció Löw.
Hace sólo unos meses, en la ronda preparatoria para el Mundial 2006, los italianos le marcaron un 4-1 al equipo de Klinsmann que le valió al técnico germano muchas críticas. "No existen sentimientos de revancha", quiso dejar claro el segundo entrenador.
A fin de cuentas, el objetivo de hacerse con la copa no preocupa a Löw. "Campeones del mundo ya fuimos hace dos días. Ahora sólo podemos ser campeones de Europa", bromeó el técnico aludiendo a que en el Mundial sólo quedan equipos europeos.