Puesto vacante en el FMI
5 de marzo de 2004Mientras en Alemania gran parte de la población aún se pregunta quién es su virtual futuro presidente y no logra deducir mucho de sus antecedentes como director del Fondo Monetario Internacional, en otras partes del mundo sí que está clara la influencia Horst Köhler y, sobre todo, los problemas que ocasiona su súbita retirada. Por ejemplo, en Argentina, donde la preocupación resulta evidente; no sólo porque están ad portas difíciles negociaciones, sino también porque las relaciones de Buenos Aires con la segunda de a bordo en el FMI, Anne Krueger, no han sido precisamente idílicas. El periódico Clarín deja en claro que se trata de la funcionaria que luce la postura más dura contra Argentina en el organismo. Y ella es quien llevará interinamente la batuta, hasta que se elija al sucesor de Köhler.
La batalla por la sucesión
La dimisión del director, en todo caso, tomó por sorpresa al FMI, produciendo un vacío de poder. Muchos ven ahora con temor el inicio de un período de tira y afloja internacional, como el que precedió al nombramiento de Köhler, y esperan que esta vez no se produzca el triste espectáculo de aquella ocasión, en que Estados Unidos se opuso al primer candidato alemán, Koch-Wesser. Su nombre vuelve a mencionarse en Washington como posible aspirante. Pero el carrusel incluye una lista larga, en la que figuran, por ejemplo, el ministro de Finanzas español, Rodrigo Rato, el ex primer ministro italiano, Giulio Amato, el jefe del Banco para la Reconstrucción de Europa del Este, Jean Lemierre, y muchos otros.
Lógicamente, los gobiernos guardan la cautela de rigor. Berlín considera prematuro hablar del tema, en vista de que Köhler aún no se convierte en presidente alemán. No sería de buen tono lanzar ya al ruedo el nombre de un favorito. Y así piensan también los demás, aunque ya han comenzado a mover los hilos tras bambalinas.
¿Prerrogativa europea?
Lo único claro es que Europa quisiera seguir manteniendo la prerrogativa tradicional de poner a uno de los suyos en la dirección del Fondo Monetario Internacional, como lo manifestó el presidente de la Comisión de la UE, Romano Prodi. Pero todo dependerá de que no se abra una nueva brecha transatlántica, porque nadie asume el timón del FMI sin la venia de Estados Unidos. Ante el trasfondo de las tensiones que originó la guerra contra Irak entre Washington y la "vieja Europa", se especula que las simpatías estadounidenses podrían recaer sobre un británico, español o italiano, como recompensa por la lealtad demostrada en esas lides. Otros piensan que a los países del Este, que se aprestan a ingresar en la Unión Europea, les correspondería igualmente una opción.
Las posibilidades son múltiples. También otros continentes podrían poner en tela de juicio el derecho tácito de los europeos a dirigir el Fondo. Al fin y al cabo, son los países del Tercer Mundo los que usualmente tienen que vérselas con sus dictados. No obstante, aún no se ha citado a ningún brasileño o argentino entre los posibles sucesores de Köhler.