Profetas decapitados
26 de septiembre de 2006La bajada de cartel de la ópera fue criticada hoy (26.09.06) duramente por políticos de los principales partidos alemanes, que advirtieron a los artistas de no ejercer la autocensura.
El grupo parlamentario democristiano CDU/CSU, de la canciller Angela Merkel, consideró que la decisión equivale a “arrodillarse ante los terroristas”, mientras que Peter Struck, el líder del grupo parlamentario socialdemócrata, dijo que es una “capitulación ante un posible peligro”.
También algunas asociaciones islámicas en Alemania lamentaron que la ópera fuera sacada de cartelera por el temor a "grupos extremistas". Otras, por contrario, saludaron la medida, porque la obra "ofende sentimientos religiosos".
La Deutsche Oper, uno de los principales teatros de la ciudad, canceló la puesta en escena de Hans Neuenfels tras recibir advertencias de las fuerzas de seguridad. Según la Policía, la ópera podría ser objeto de ataques por parte de los musulmanes.
En la puesta en escena de Neuenfels, el rey Idomeneo presenta las cabezas decapitadas de Poseidón, Jesús, Buda y Mahoma y las coloca en cuatro sillas. La ópera, estrenada en 1781, trata sobre el rechazo de los seres humanos a las ofrendas para los dioses.
“Evitar peligros para los empleados”
La directora de la Deutsche Oper, Kirsten Harms, defendió hoy su decisión de cancelar la representación, anunciada el lunes, y dijo que las autoridades berlinesas recibieron ya en agosto avisos de que la obra constituye un riesgo de seguridad, por lo que ella tomó la decisión con el fin de evitar cualquier peligro para sus empleados.
La pregunta central es hasta dónde pueden llegar la libertad o la provocación en el arte. El debate viene ya de largo y no sólo desde el reciente caso en Berlín en el que la Deutsche Oper ha cancelado una representación de Mozart porque en ella aparece Mahoma y se temen por ello ataques de musulmanes.
La disputa en torno a las caricaturas de Mahoma en un diario danés apenas se acaba de calmar. Los dibujos provocaron a principios de año protestas de musulmanes a nivel mundial que llegaron a desembocar en situaciones peligrosas.
Numerosos antecedentes
Pero en Alemania hay antecedentes muy anteriores. En 1983, el entonces ministro alemán del Interior, Friedrich Zimmermann, se negó a pagar el último plazo de la subvención concedida a la película 'El esperpento' de Herbert
Achternbusch.
Según afirmaron por aquel entonces políticos, el “cuadragésimo segundo Señor Dios” que baja de la cruz en la obra podría “ofender los sentimientos religiosos de gran parte de la población”. La disputa legal que se desató después duró diez años.
La representación “Los diez mandamientos”, de Johann Kresnik, que incluía escenas de desnudos en la catedral de Bremen, desató en 2003 protestas masivas de fieles, que llevaron a su cancelación.
En 1999, musulmanes británicos emitieron una “fatwa” contra el autor de una obra sobre Jesús, “Corpus Christi”, de Terrence McNally, en la que se presenta a Jesús y sus apóstoles como homosexuales a los que les gusta la bebida.
Los “Versos satánicos” y la muerte
Especialmente espectacular fue el caso del escritor indo-británico Salman Rushdie, quien por su novela “Versos satánicos” fue acusado a finales de los 80 por el líder revolucionario iraní Jomeini de haber dañado los sentimientos religiosos de los musulmanes. Por ello, instó a los musulmanes de todo el mundo a ejecutar la condena a muerte emitida por él.
Cuando por aquel entonces la Academia de las Artes de Berlín canceló por motivos de seguridad un acto de solidaridad con Rushdie, Günter Grass acusó de cobardía a la asociación de artistas y se dio de baja en ella. Más tarde se reunió con Rushdie.
El asesinato en 2004 en Holanda en plena calle del cineasta y crítico del islam Theo van Gogh por parte de un fanático generó también conmoción internacional.
El mismo año hubo disturbios en Birmingham por una obra de teatro que no gustó a miembros de la comunidad religiosa de los sikhs. Los manifestantes irrumpieron en el teatro y lo demolieron parcialmente.
“Peligra la libertad de expresión”
Por aquel entonces, en debates públicos, se lamentaron las limitaciones a la libertad religiosa en Gran Bretaña. Un fenómeno mundial, según parece.
De todas maneras, el responsable de Cultura del gobierno alemán, Bernd Neumann, consideró que si la preocupación ante posibles protestas “conduce ya a la autocensura, entonces peligra la cultura democrática de la libertad de expresión”.
También el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, se pronunció en contra de la cancelación de la ópera: “Una autolimitación voluntaria supone para aquellos que combaten nuestros valores una confirmación por adelantado que no deberíamos concederles”.
Las representaciones estaban previstas para el 5, 8, 15 y 18 de noviembre.