Ollanta Humala: ¿en busca del diálogo?
27 de julio de 2012
En medio de conflictos sociales originados en las industrias extractivas y estrenando un tercer gabinete en apenas 12 meses, el presidente del Perú, Ollanta Humala, cumple el primer aniversario en el gobierno.
La incógnita que representaba hasta julio de 2011 el exmilitar ha dejado paso al claro planteamiento del mayor de sus desafíos: conjugar las demandas sociales con la producción y los vientos favorables para el crecimiento económico del Perú.
El rumbo era una incógnita
De la más reñida contienda electoral de la historia reciente del Perú hablaban los análisis hace un año. Por tres puntos porcentuales, Ollanta Humala ganó a la hija del ex presidente Alberto Fujimori, concentrando los votos del centro, el sur del país y la selva, es decir de las regiones mayormente rurales. En Lima y en el norte del país fue su contrincante, Keiko Fujimori, quien se impuso.
Del triunfo del populismo de izquierda sobre el populismo de derechas hablaba la politólogo alemana Susanne Gratius del think tank europeo Fride. Entretanto, sobre todo las organizaciones sindicales se quejan de un doble discurso.
Equipo capaz
“Fue una sorpresa que llegara al poder y no estaba bien preparado para lo que iba a venir”, dijo a DW Susanne Friess, asesora para minería y desarrollo sostenible de la agencia de cooperación católica alemana Misereor, para quien el equipo técnico que armó el presidente Humala fue esperanzador.
“Alivio hubo en el país; los sectores más conservadores temían que todo iba a ser una vuelta para la izquierda y quedaron sorprendidos por el nivel técnico. En los sectores más de izquierda hubo alivio por no ver caras militares en el gobierno”, cuenta Friess.
El discurso de Humala en Europa
Y alivio hubo también en el Viejo Continente, donde la Unión Europea se encontraba ultimando el acuerdo de libre comercio con Lima y Bogotá. En contra de lo que había anunciado en ocasiones anteriores, el presidente Humala se esforzó por llevar adelante el acuerdo comercial que se firmó en junio de 2012. Ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, el mandatario peruano presentó sus ambiciosos programas sociales.
“El Perú ha logrado desde el 2001 reducir la pobreza al 27 por ciento; hasta el 2016 queremos tener menos de 3 millones de peruanos en situación de pobreza, una tasa menor al 20 por ciento”, decía el presidente Humala ante el pleno de la eurocámara.
Subrayando las ventajas mutuas del acuerdo de libre comercio, Humala recalcó la importancia de la inversión y sus beneficios para el país, prometiendo que “el Perú cumple lo que firma”; con una política pública de desarrollo e inversión social por bandera, su gobierno incrementó el presupuesto para el desarrollo del capital social y humano en más de un 20 por ciento en relación a 2011.
La puesta en práctica de la ley de consulta previa, que tiene en cuenta las necesidades de las comunidades indígenas en proyectos de explotación de recursos naturales, y la diversificación de la producción fueron también resaltados en el discurso del presidente Humala, ante el beneplácito del pleno europeo.
La realidad en Perú
Entretanto, las protestas sociales en el norte del Perú ocupan titulares y la popularidad del presidente Humala ha descendido considerablemente. La atención se centra en Cajamarca, en el controvertido proyecto minero Conga, la extensión de Yanacocha, la mina de oro más grande de América Latina.
“Lo que llega a Alemania es Conga y Espinar, pero hay unos 250 conflictos sociales en el país, de los cuales un tercio proviene del sector minero. Está claro que este tema no es nuevo, fue heredado de Alejandro Toledo y se agravó mucho en el gobierno de Alan García, que apostó por una fuerte represión de los conflictos sociales”, explica la especialista de Misereor.
Friess atribuye el balance de 12.000 detenidos y entre 12 y 15 muertos en un año, a una política de gobierno cuya apuesta económica se decanta por un sector que sí tiene grandes impactos en la vida y el entorno de las regiones. Echa en falta políticas para balancear y regular la situación.
Si bien –después de una larga lucha de la sociedad civil- la ley de la consulta previa (libre e informada) ha sido aprobada y se tiene por uno de los puntos más positivos de este año de Humala, “que declarase desde el comienzo “Conga va” y “Conga, sí o sí” ha sido un error estratégico, según Friess. Hay que decir que la ley no es retroactiva y no vale para las concesiones mineras ya concedidas en un 13 por ciento del territorio del país.
Otro error de base del presidente Humala, así Friess, es asumir como estatal la defensa de los intereses mineros, “en vez de defender los intereses del país, no solamente económicos sino también ecológicos y sociales, y los derechos humanos”. La cooperante alemana hace hincapié en que el gobierno –a pesar de que las concesiones eran heredadas- habría podido reaccionar de otra manera.
Buenas señales y otro gabinete
Con todo, “se puede ver en el gobierno un afán de tener un buen equipo técnico y hacer cosas. Hay que destacar que hay cosas que andan bien, que hay un esfuerzo por mejorar”, reconoce Friess, mencionando la preocupación gubernamental en los campos de la salud, la educación y el medio ambiente. Sin embargo, “sobre todo Conga ha llegado a una fase muy difícil y va a ser cada vez más complicado salir de este conflicto”, agrega.
La detención violenta del padre Marco Arana, líder del Movimiento Tierra y Libertad, y los enfrentamientos, que se saldaron con cinco muertes, en la zona provocaron una escalada que ha llevado a que una parte del gabinete de Ollanta Humala fuera renovado. La búsqueda del diálogo, así el flamante primer ministro del Perú, Juan Jiménez , será el lema del nuevo gabinete.
¿Perspectivas?
Así las cosas y con un discurso presidencial que apuesta por el desarrollo del capital humano y una práctica que favorece los grandes proyectos de inversión, Friess cuestiona el modelo de desarrollo del presidente Humala. Con todo, la esperanza la cifra en que el debate técnico remplace a las piedras y las balas y que las buenas intenciones y las capacidades del equipo técnico lleguen a canalizarse en instrumentos de gobierno. “Pero si en momentos de conflicto”, concluye Friess, “lo único que se le ocurre al presidente Humala es convertirse en militar en vez de en político, entonces estaremos mal”.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas