Perú, Colombia y UE: ¿hacia el TLC?
13 de junio de 2012El presidente peruano, Ollanta Humala, pidió a la Eurocámara la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Perú y Colombia. Poco antes, dos tercios de la eurocámara había votado a favor de una hoja de ruta solicitando pasos concretos hacia la garantía de derechos humanos, laborales, sindicales, medioambientales, de minorías.
La fragilidad de las instituciones en ambos países y la poca protección de las minorías y la probabilidad de que tanto éstas como el medio ambiente sucumban a la fuerza de capital extranjero habían nutrido dudas y debates en los últimos meses cuando de los nuevos TLC con América Latina se ha tratado.
El presidente del Perú
“Venimos con el pan bajo el brazo”, decía el presidente Humnala ante los eurodiputados asegurando que su gobierno “respeta lo que firma” y que las convenciones internacionales, también áquellas sobre derechos de las minorías, serán respetadas e implementadas en su país.
Una de las principales preocupaciones en círculos europeos son los proyectos mineros que, según organizaciones de la sociedad civil, amenazan los derechos de las minorías indígenas. “Su voz será escuchada”, aseguró el presidente Humala. Pero, ¿hay un marco temporal concreto para ello?
“Sí", respondió a DW el presidente del Perú,en rueda de prensa. “Somos el primer país del planeta en implementar la ley de la consulta previa. En nuestros vastos territorios en la Amazonía, hay comunidades no contactadas que son renuentes a establecerse en el ordenamiento político administrativo y su voz no llega; se encuentran en una condición de indefensión frente a las decisiones del Estado y tienen territorios donde probablemente en el subsuelo haya ingentes recursos naturales", agregó.
"Al crear la ley de la consulta previa, hemos creado un conducto para escuchar su voz. Estamos trabajando una nueva relación con las mineras, el primer paso fue crear el gravamen minero”, aseguró el líder peruano. La creación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos así como del de Medio Ambiente hablan, para Ollanta Humala, a favor del compromiso de su gobierno con estos temas para los cuales “el acuerdo es una gran oportunidad”.
El Fiscal General de Colombia
En términos parecidos se expresó el Fiscal General de Colombia, Eduardo Montealegre: “A las inquietudes respecto de si el TLC puede incidir negativamente en el desarrollo económico sostenible, podemos responder que Colombia tiene una legislación muy drástica para la protección del medio ambiente y para la realización de consultas previas a ciertas comunidades especialmente vulnerables como los indígenas".
"No debe existir ninguna preocupación negativa de la firma de un tratado de libre comercio con Colombia y la protección de los derechos humanos”, dijo el Fiscal a DW, puntualizando que la “hoja de ruta” es un gran aporte para las relaciones porque traza políticas claras en materia de derechos humanos.
El encargado del informe para la hoja de ruta
A pesar de que organizaciones de la sociedad civil y representantes sindicales no están a favor de la ratificación del acuerdo y que condicionarla a una hoja de ruta no es suficiente por no ser vinculante, el eurodiputado alemán responsable del informe, Bernd Lange, se declara satisfecho.
“Si bien en uno u otro punto cabe desear una ejecución más vinculante de la 'Hoja de Ruta', ésta es el resultado de la búsqueda de un compromiso que en parte va a ser puesta en marcha antes de la ejecución del tratado”, dice a DW.
Y pone ejemplos: “En la minería en Colombia hay unas seis mil minas, algunas trabajan ejemplarmente, otras con condiciones laborales inhumanas. Hay 17 inspectores que verifican la seguridad. Pedimos una clarificación de cuántos inspectores hay que utilizar y cuándo, para que las condiciones sean aceptables. En la minería la mayoria trabaja en el sector informal para el cual no existen las leyes laborales. No puede ser y requerimos pasos concretos para acabar con estas cooperativas e introducirlas al sector formal. También exigimos planes concretos para investigar los 1.500 delitos no investigados que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha habido en Colombia”.
Un frustrado minero inglés
Según Lange, del bloque socialista de la eurocámara, la disposición a nivel gubernamental tanto en Bogotá como en Lima es muy buena y los pasos van en la dirección correcto.
“Una casualidad: cuando volvía de Lima, me encontré con un minero inglés que estaba frustrado porque su proyecto había sido congelado, porque primero hay que buscar un consenso con la poblacion indígena”, cuenta el europarlamentario, seguro de que el gobierno peruano se toma en serio lo acordado.
Así las cosas, ¿concordaría con lo dicho por los representantes de ambos países? “Sí, me quedó claro cuando hablé con el presidente de los mineros en Colombia. Sin esta presión por el tratado comercial, decía, ciertas medidas no habrían sido tomadas tan rápido”, responde Lange y concluye que –aunque haya grupos políticos en la eurocámara para los cuales la hoja de ruta no es más que una declaracion de buenas intenciones- “hay vientos de cambio y en esa medida los tratados pueden verse como un aporte al fortalecimiento de la sociedad civil y los derechos fundamentales”.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Rosa Muñoz Lima