Preso en Guantánamo: "encerrado en una burbuja diplomática"

Murat Kurnaz, de 23 años fue capturado por tropas estadounidenses en Pakistán a finales de 2001 y se encuentra prisionero en la base militar de Guantánamo desde el 2002. Aunque el joven hijo de inmigrantes turcos nació en Alemania, no tiene la nacionalidad germana. Su permiso de residencia expiró después de seis meses de estar en el extranjero. En mayo de 2002, la madre de Murat, Rabiye Kunaz, desesperada por no saber las condiciones de la detención de su hijo, se acercó al abogado Bernard Docke, en Bremen. El gobierno estadounidense, el alemán y el turco le habían dicho a la madre del joven que en el caso de su hijo no podían ayudarla", cuenta a DW-WORLD el abogado Bernhard Docke.

La familia contrató también al abogado neoyorkino Baher Azmy, quien logró visitar a su hijo en Guantánamo. Durante dicha visita Murat habló sobre los maltratos y vejaciones a los que había sido sometido en la base militar. Las humillantes técnicas utilizadas por los estadounidenses durante los interrogatorios son conocidas y el joven no podía haberlas inventado.

El relato tenía credibilidad. En enero de 2005, la magistrada federal Joyce H. Green determinó que las juntas militares establecidas por el gobierno estadounidense son inconstitucionales y que la detención de Kurnaz y otros 50 prisioneros en Guantánamo suponía una violación a la Convención de Ginebra y a la Constitución estadounidense.

Condiciones medievales

"Fue entonces cuando pudimos revisar el caso y cuestionar la detención de Murat ante los tribunales estadounidenses", dice Docke. En la primera instancia el abogado ganó, sin embargo no sirvió de nada, pues la Casa Blanca apeló ante una corte superior. "Esto es algo sin precedentes, que en pleno siglo XXI tengamos que lidiar con procedimientos medievales en donde se encierra a la gente en calabozos para tirar la llave después. Que no haya un tribunal que pueda juzgar sobre el caso, esto es algo inusitado en un Estado que se dice de derecho", dice Docke, evidentemente indignado.

El caso Kurnaz es un ejemplo claro de los abusos y violaciones de las leyes internacionales que en Guantánamo comete sistemáticamente el gobierno estadounidense. "No hay un solo juez en Estados Unidos que pueda emitir una orden de aprehensión contra Murnaz con las pruebas que existen en su contra", dice Docke. El jurista sospecha que el Pentágono elude reconocer un error y por eso no puede dejar al joven en libertad.

Claman justicia

"Estamos en contacto con muchas organizaciones que critican lo que sucede en Guantánamo y otras cárceles clandestinas. Sin embargo creo que la presión hacia Estados Unidos es muy poca, tampoco hay gran apoyo del gobierno alemán ni del turco". El joven tiene pasaporte turco, pero siempre ha vivido en Alemania, por lo que de facto es alemán, un joven de Bremen.

Su abogado defensor argumenta que más allá de si es ciudadano alemán o no, es necesario que grupos y organizaciones en Alemania presionen por su liberación. "Kurnaz ha quedado suspendido en una especie de burbuja diplomática entre Estados Unidos y Turquía".

¿Cree que algún día se hará justicia y sentarán en el banquillo a los responsables de tantos abusos? "Creo que esto será algún día el material de investigación de varias comisiones", dice Docke. Estamos en el inicio de las investigaciones sobre lo que es ese oscuro infierno que es Guantánamo", dice Docke.

La organización Amnistía Internacional organizó el fin de semana pasado una Conferencia Internacional sobre la Tortura. "Ahí nos hemos enterado de terribles historias sobre torturas, pero también nos informaron que están haciendo videos que documentan los abusos y que servirán algún día para llevar a los responsables ante la justicia", concluye.