Por qué Meta prohíbe la propaganda rusa precisamente ahora
18 de septiembre de 2024Para los usuarios en Europa, todo sigue igual cuando pasen por sus contenidos en Instagram, Facebook o Threads. En otras partes del mundo, las cosas son diferentes desde el martes (17.9.204): entre memes, videos de animales y fotos de vacaciones de amigos, siguen apareciendo publicaciones de grupos de medios de comunicación, pero ya no incluyen publicaciones y enlaces a contenidos de la cadena estatal rusa RT, la agencia Rossiya Segodnya y marcas relacionadas.
Esto se debe a que la empresa Meta, propietaria de las plataformas mencionadas, así como del servicio instantáneo de mensajería WhatsApp, ha desconectado por completo a las organizaciones de propaganda en todo el mundo. La empresa ya limitó el alcance de las plataformas poco después del inicio de la guerra en Ucrania, en la primavera de 2022, y bloqueado el acceso desde la UE y el Reino Unido, por ejemplo, tras la correspondiente solicitud.
"Tras considerarlo detenidamente, hemos ampliado nuestra actuación en curso contra los medios de comunicación estatales rusos: Rossiya Segodnya, RT y otras organizaciones relacionadas están prohibidas en nuestras aplicaciones en todo el mundo por interferir en asuntos exteriores", anunció la empresa.
Las Normas Comunitarias de Facebook, de acceso público, prohíben explícitamente la "injerencia extranjera". Meta no quiso responder a preguntas concretas de DW sobre el momento o si la medida está relacionada con las sanciones o con las próximas elecciones en Estados Unidos.
Propaganda rusa para influir en elecciones
Andre Wolf, de la organización austriaca de sensibilización sobre Internet Mimikama, tiene una opinión clara sobre por qué la empresa estadounidense ha tomado medidas precisamente ahora: "Estamos a pocas semanas de las elecciones estadounidenses, ese es el punto crucial. Y por eso se ha tomado ahora la medida, para que Rusiano pueda interferir", afirma Wolf en entrevista con DW.
El Gobierno estadounidense ya endureció el fin de semana sus sanciones contra la red de propaganda rusa en torno a la emisora RT. La medida se justificó con indicios de que RT, junto con los servicios secretos rusos, quería manipular a favor del Kremlin las elecciones presidenciales previstas para octubre en Moldavia, país candidato a la UE. Pero la Casa Blanca también había advertido anteriormente de la influencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
Hoy, el Senado de Washington quiere interrogar al respecto a altos representantes de grandes empresas estadounidenses, entre ellos el director ejecutivo de Meta, Nick Clegg.
Felix Kartte, investigador de la Fundación Mercator sobre regulación de plataformas, cree que Meta ha incluido esta fecha en su agenda: "Por supuesto, cabe suponer que esta acción contra RT también está estratégicamente colocada para que Nick Clegg no venga con las manos vacías. Que pueda señalar medidas concretas contra la desinformación rusa y reforzar su posición en esta audiencia", dice Kartte a DW.
RT y otros son sólo la punta del iceberg
Sin embargo, a Meta también le resulta difícil prohibir eficazmente la propaganda del Kremlin en sus canales. El aparato propagandístico de Rusia está preparado para tales medidas, afirma Kartte: "Desde hace años es evidente que Rusia confía cada vez menos únicamente en estos medios de propaganda centrales como RT, sino que ha desarrollado una estrategia propagandística descentralizada. Por ejemplo, financia a influencers, es decir, a ciudadanos supuestamente normales que gestionan un canal de YouTube o una cuenta de Telegram, para que difundan las líneas de propaganda rusa entre la población bajo la apariencia de periodismo ciudadano".
Otro medio son los llamados sitios de imitación, réplicas engañosamente reales de sitios web de medios de comunicación reputados que se utilizan para difundir contenido propagandístico. Por eso, André Wolf, de Mimikama, también cree que RT sigue representando la parte más inofensiva de la propaganda rusa, porque aquí se conoce la influencia rusa. "Pero cuando leo una página en Facebook llamada 'Salud Ahora', por ejemplo, y se comparten constantemente contenidos prorrusos entre estupendos consejos de salud, no identifico de inmediato el trasfondo propagandístico; eso me parece mucho más pérfido", dice Wolf.
Un bloqueo no ayuda contra esto, dice Wolf: "Lo único que ayuda es el pre-bunking, es decir, educar a la gente sobre cómo funciona la propaganda y la desinformación".
(gg/ms)