Winfried Kretschmann, primer ministro "verde" asume Gobierno regional
14 de mayo de 2011Para el partido Los Verdes éste es un hito en Alemania. Luego de 30 años de su creación, ésta es la primera vez que el partido “verde” gobierna un estado federado. Y justo el conservador Baden-Württemberg, donde la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de la canciller Angela Merkel, mandó la parada por 58 años de forma ininterrumpida.
Desde que se llevaron a cabo las elecciones regionales del pasado 27 de marzo, los Verdes han aumentado su popularidad de forma considerable. "Hay definitivamente más conciencia y aceptación de la política verde", dice Steffi Lemke, directora nacional del partido. "En marzo y abril tuvimos más afiliaciones al partido como nunca antes. Se puede sentir que los temas 'verdes' tienen más acogida”.
Trauma para los cristiano demócratas
Kretschmann, un profesor de 62 años de edad, es el primer ministro presidente “verde” en la historia de Alemania. Los Verdes ya habían participado en gobiernos regionales, y estuvieron en el poder del país de 1998 a 2005. Sin embargo, siempre había sido el socio menor de la coalición.
Pero ahora es diferente. Ahora el socio menor es el partido socialdemócrata (SPD). “El que haya ahora jefes de Gobierno “verdes” es una nueva experiencia para el SPD”, dice Alexander Bonde, ministro del partido ecologista en el nuevo gobierno regional. “El trato entre nosotros es justo, y es claro que el SPD es igual de importante que nosotros”, dice.
Los Verdes obtuvieron 12 por ciento más de votos que el SPD, mientras que éste fue el peor resultado de su historia. Aunque la CDU es el partido más fuerte, por primera vez en la historia desde 1953 ocupa ahora la banca de la oposición. Según la percepción de Lemke, desde allí atacará a la coalición verde-roja. “El CDU logró que otros partidos sintieran también inseguridad respecto a su territorio nativo. Por ello los ataques contra nosotros son más masivos”, dice.
¿Es posible un éxito económico y ecológico?
Existen varias trampas potenciales, si se tiene en cuenta que Baden-Württemberg es un emplazamiento económico significativo en Alemania. En las fábricas de Daimler, Porsche, Bosch y otras firmas se produce gran parte de la prosperidad alemana.
En este Land la tasa de desempleo es baja, y la fuerza de innovación alta. Hasta ahora, economía y política habían trabajado de la mano. Muchas empresas están preocupadas. “Si el Land quiere seguir siendo exitoso, entonces algo debe cambiar”, dice Kretschmann.
La economía requiere líneas de producción “verdes” que ahorren recursos y energía. “Sólo así se puedrá ser competitivo a futuro”, dice el ministro presidente. Ecología y economía deberían caminar en la misma dirección.
Los Verdes quieren automóviles que ahorren gasolina, en lo posible menos nuevas carreteras y más energía eólica, mientras que los gobiernos anteriores le daban prioridad a la energía nuclear.
Ante las críticas, Los Verdes dicen que muchas de las compañías exitosas en esa región ya intodujeron tecnologías ambientales modernas. “Lo fascinante es que la economía estaba más adelantada que el anterior Gobierno”, dice Alexander Bonde, ministro de Protección al Consumidor en Baden-Württemberg.
Stuttgart 21: la manzana de la discordia
Los Verdes ya se aseguraron las carteras en el gabinete ministerial que deciden sobre la política ambiental y energética, el tráfico y la infraestructura. Ellos están en contra de Stuttgart 21, el proyecto de reconstrucción subterránea de la estación de trenes de Stuttgart.
El Gobierno anterior manejó de forma negativa y autoritaria las protestas de los ciudadanos contra esta costosa reconstrucción. Ésta fue una de las acciones que les allanó el camino a Los Verdes para su victoria.
Winfried Kretschmann promete un nuevo estilo de Gobierno, no busca uno despectivo, sino a la misma altura de los ciudadanos. “Un Gobierno moderno considera que las protestas ciudadanas no son una molestia, sino algo normal”, dice Kretschmann.
Todavía no es claro cuál va a ser el desenlace del proyecto Stuttgart 21. Los Verdes están en contra, pero su socio en la coalición, el SPD, está a favor. En los círculos del nuevo Gobierno se dice que un acuerdo entre ambas partes es difícil. Por lo pronto, se están revisando los números del costoso proyecto. Luego podría ser factible un plebiscito popular.
Los Verdes están conscientes de que sus electores van a probar su desempeño con temas como éste. Si bien el espacio que comparten con el SPD es más amplio y diferente que antes, éste sigue siendo estrecho. Las expectativas son altas. En vez de los habituales 100 días, Los Verdes hablan de 100 horas de tiempo de gracia para su nuevo Gobierno regional.
Autora: Nina Werkhäuser / Cristina Mendoza Weber
Editor: Enrique López