Falsas no son
27 de julio de 2010En comparación con las reacciones de los Gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Pakistán a la espectacular fuga de información confidencial sobre la guerra de Afganistán –más de 91.000 documentos clasificados que contradicen el discurso oficial alusivo a esa misión militar internacional–, la respuesta de Berlín ha sido bastante parca. El portavoz del ministerio de Defensa germano, Christian Dienst, señaló este lunes (26.7.2010) que los fragmentos hasta ahora publicados por los medios no proporcionan detalles nuevos con verdadero valor noticioso.
Según Dienst, los documentos serán analizados en el seno del ministerio siguiendo los procedimientos habituales para determinar si el contenido apunta a que los intereses alemanes en materia de seguridad se han visto comprometidos. “De momento sólo podemos suponer que así es o que podría ser; sólo después, cuando constatemos hasta qué punto se han visto afectados nuestros intereses, podremos tomar las medidas pertinentes”, dijo el vocero del ministerio de Defensa en Berlín.
Polémica en torno a lista negra
En relación con la polémica persecución de líderes talibanes –descrita en los archivos filtrados el domingo (25.7.2010) por la página web wikileaks.org como una operación encubierta, llevada a cabo por una unidad de élite estadounidense bautizada Task Force 373–, Dienst aseguró que el Bundestag había sido informado sobre la materia antes del receso parlamentario de verano. La “caza” en cuestión está basada en una lista de insurgentes mantenida en secreto por las tropas aliadas.
“El Parlamento alemán es informado constantemente sobre la misión de las fuerzas especiales y la Joint Prioritized Effects List [la aludida lista de insurgentes]. En esta lista se encuentran los nombres de rebeldes sugeridos en los círculos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) y nuestras fuerzas especiales trabajan junto a las autoridades afganas para capturar a estos insurgentes en Afganistán”, explicó Dienst.
Opositores de la misión se hacen oír
Sin embargo, según la revista alemana Der Spiegel, de los documentos de Afganistán se desprende que a la mencionada Task Force 373 se le encargó no solamente capturar a los rebeldes, sino también eliminarlos. De ahí que de nuevo comiencen a alzarse voces críticas entre los opositores de la guerra de Afganistán y de la participación alemana en ese conflicto. La de Claudia Roth, co-presidenta del partido de los Verdes, es una de ellas.
“Si se constata la veracidad de estos documentos o se comprueba que las tropas estadounidenses favorecen ante todo una estrategia militar ofensiva, que esta estrategia incluye el asesinato sistemático de talibanes y que está teniendo lugar una verdadera caza humana, entonces no entiendo nada. Eso no representa un cambio de estrategia con acento en una perspectiva civil”, comentó Roth.
Ni confirman ni desmienten
El semanario Der Spiegel sostiene que 300 “cazadores de talibanes” estadounidenses están estacionados en el terreno del campamento alemán en Mazar-i-Sharif. Dienst enfatizó que existe una coordinación regular y constante con los estadounidenses en relación con sus actuaciones dentro del área de acción de los alemanes para evitar que los unos se crucen en el camino de los otros; el portavoz del ministerio de Defensa germano dijo que los acuerdos en torno a esas actuaciones son confidenciales, pero también anunció que lo que ha aparecido en la prensa internacional desde este lunes (26.7.2010) “seguramente no es falso”.
La plataforma de Internet wikileaks.org, una página virtual que filtra archivos confidenciales de consorcios y Estados de todo el mundo para arrojar luz sobre la corrupción en los ámbitos público y privado, envió los documentos secretos sobre Afganistán a Der Spiegel, al diario estadounidense The New York Times y al periódico británico The Guardian hace ya varias semanas, con la condición de que esperaran hasta el 25 de julio para publicar la información, fecha en la que uno de los co-fundadores de Wikileaks, Julian Assange, se presentó ante los medios para dar más detalles sobre su proyecto. Y es que, aunque sus creadores la describen como una organización al servicio la transparencia, aún se sabe muy poco sobre el funcionamiento de esta página web.
Autor: Bernd Gräßler / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse