Oliver Kahn: adiós al brazalete
17 de agosto de 2004Hacía algún tiempo que se venía venir. Klinsmann, el nuevo entrenador de la selección alemana, dijo primero que Oliver Kahn no era titular eterno en el arco alemán. Ahora le quitó el brazalete de capitán y se lo dio a Michael Ballack, del Bayern Múnich al igual que Kahn.
Kahn fue tres años capitán de la selección alemana. En su club, el arquero de pocas pulgas, famoso por haberle mordido ya una oreja a un adversario, sigue luciendo el brazalete de jefe.
O sea que en el Bayern Múnich, Ballack tiene que hacer lo que Kahn diga y en la selección, al revés. En todo caso, en el partido contra Austria, el próximo miércoles, Ballack va a ser el que dé las órdenes dentro del campo de juego.
Un argumento lógico
"Quiero tener como capitán un jugador de cancha, que esté en contacto con todo el equipo en la cancha", fundamentó Klinsmann el cambio. El argumento tiene su lógica, no se puede negar. Pero, ¿es la verdadera razón?
En Alemania se especula con que Klinsmann quiere poco a poco ir desplazando al iracundo muniqués. En el Mundial del 2006, el guardameta del Bayern Múnich tendrá 37 años de edad. También como deportista parece Kahn haber sobrepasado ya su apogeo. Su rendimiento en los últimos partidos no ha sido el mejor, ni en su club ni en la selección.
También en ese sentido, Klinsmann ha comenzado a dejar circular la pelota. Concretamente dijo que podía imaginarse un sistema de rotación de guardametas en la selección, para que los actuales suplentes, además de Hildebrandt, Jens Lehmann, que juega en el Arsenal de Londres, también puedan jugar.
El guardameta del futuro
El bastante más joven Timo Hildebrandt, el portero del VfB Stuttgart, es seguramente para Klinsmann el guardameta del futuro bajo los tres palos alemanes.
Si Hildebrandt comienza efectivamente a desempeñar un papel más importante en los planes de Klinsmann, tendría poco sentido un capitán en el banco de los reservistas. Parece por lo tanto haber comenzado el comienzo del fin de Oliver Kahn en el once germano.
Kahn reaccionó con calma y dijo que estaba aliviado de poder pasar esa responsabilidad a otro. Suena como cuando un primer ministro es defenestrado y dice que se alegra de poder accionar después desde la oposición.