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Obama tiene vice

Agencias/PK23 de agosto de 2008

Joe Biden, senador por Delaware, es el elegido por Barack Obama como candidato por el Partido Demócrata para la vicepresidencia de Estados Unidos.

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Joe Biden (izq.) y Barack Obama: dos a la conquista de la Casa Blanca.Imagen: AP

Biden, de 65 años y senador desde 1972, tiene gran experiencia en política exterior, el principal punto débil de Obama. El senador por Delaware es presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU.

Biden se presenta hoy por primera vez junto con Obama, en un acto en Springfield, Illinois, donde este último anunció, en febrero de 2007, su decisión de luchar por la candidatura a la presidencia.

El nombre de Biden se rumoreaba desde hacía días como uno de los principales candidatos. Sus posibilidades se dispararon el viernes después de que se confirmase que Obama había llamado a los otros dos grandes aspirantes, el senador por Indiana Evan Bayh y el gobernador por Virginia, Tim Kaine, para comunicarles que no eran los elegidos.

Más lejos quedaron nombres como el de Bill Richardson, gobernador de Nuevo México y también ex candidato presidencial, y sobre todo el de Hillary Clinton, la gran rival de Obama en la campaña por las primarias.

La designación de Biden llegó sólo dos días antes de que comience la Convención Demócrata, que se celebrará en Denver desde el lunes y hasta el jueves. El aspirante a vicepresidente aceptará la nominación con un discurso el miércoles, mientras que Obama aceptará su nombramiento el jueves.

Joe Biden siempre quiso ser el número uno

En dos ocasiones lo intentó, pero en ambas fracasó. Ahora, como candidato a la vicepresidencia de Barack Obama, tendrá que demostrar que sí puede ser el perfecto número dos.

Todos los expertos coinciden en que un buen candidato a vicepresidente no es decisivo para ganar las elecciones. Pero un mal candidato puede hundir las opciones del mejor aspirante.

Biden es uno de los congresistas más populares de EE. UU. Con un humor seco, rayano en lo británico, y siempre dispuesto a una sonrisa, el político de Delaware recibe alabanzas no sólo de sus compañeros demócratas, sino también de los republicanos.

Su fama se extendió a todo el país cuando a comienzos de los años 90 reclamó la atención de Estados Unidos para el conflicto en la ex Yugoslavia, una guerra en su gran parte ignorada por el gigante norteamericano. El entonces presidente Bill Clinton terminó decidiendo la intervención militar y política en el conflicto.

Hace sólo unos días, cuando se desató el conflicto entre Georgia y Rusia, Biden viajó de inmediato a Tiflis por invitación del presidente georgiano, Mijail Saakashvili.

Al mismo tiempo, Biden también tiene su lado problemático para el asalto demócrata a la Casa Blanca. Los más inmediatos son que su persona contradice dos de los principios de la campaña de Obama: el "cambio" en Washington y el rechazo a la guerra en Irak.

¿Todo menos un cambio?

Con cuatro décadas en el Senado, Biden parece representar todo menos un cambio respecto a las "viejas políticas del pasado" que Obama promete modificar. Y Biden votó a favor de la invasión de Irak en 2002, a la que Obama se opuso y uno de los principales puntos de ataque de su rival republicano, John McCain.

Al mismo tiempo, su ironía y su gusto por las frases redondas le juegan en ocasiones malas pasadas que terminan en innecesarias polémicas, como cuando definió a Obama como un candidato "limpio", lo que desató las iras de la comunidad negra. Y con su carrera enteramente desarrollada en el Senado, apenas aporta experiencia ejecutiva.

Católico y casado en dos ocasiones tras la muerte de su primera esposa en un accidente de tráfico, Biden intentó por primera vez el asalto a la presidencia de Estados Unidos en 1988, pero su camino se acabó meses antes de las primeras primarias por culpa del plagio de un discurso de un político británico.

En la carrera por la sucesión de George W. Bush, Biden duró muy poco más. Después de cosechar menos del uno por ciento de los votos en las asambleas demócratas de Iowa a principios de enero, el senador anunció su retirada de la campaña.

A diferencia de otros antiguos compañeros de carrera presidencial, como Bill Richardson o Christopher Dodd, Biden no manifestó respaldo a Obama ni a la senadora Hillary Clinton una vez retirado de la carrera. Mientras todos ellos se postularon de una u otra manera a la vicepresidencia, al final fue Biden el que la consiguió, sin hacer nada. Ahora, el senador tendrá que pasar a la acción: para ayudar a Obama a conquistar la Casa Blanca.