Sigue luto nacional en Noruega
19 de agosto de 2011Publicidad
Durante el primero de los tres días de luto nacional por la tragedia del pasado 22 de julio, las familias de las víctimas del doble atentado de Noruega visitaron este viernes (19.08) por primera vez la isla de Utøya. Hace cuatro semanas, Anders Behring Breivik, un fundamentalista cristiano y ultraderechista de 32 años, activó primero un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas. Luego se dirigió a la isla de Utøya para abrir fuego indiscriminadamente contra los jóvenes que asistían a un campamento socialdemócrata. Allí murieron otras 69 personas, la mayoría entre 14 y 19 años de edad. En total, ese día murieron 77 personas.
Desde entonces, la isla de Utøya había estado cerrada a los visitantes. Con el objetivo de que los familiares de las víctimas logren asimilar mejor la pérdida de sus seres queridos, los familiares fueron acompañados este viernes por médicos, policías y voluntarios de la Cruz Roja a la isla. Durante el recorrido los policías explicaron y mostraron los lugares donde fueron halladas las víctimas.
El 22 de julio de 2011 quedó marcado como un día trágico para los noruegos. Poco a poco el país escandinavo busca reponerse de este doble atentado. Mientras tanto, Breivik se encuentra en prisión preventiva, y el Gobierno noruego busca fórmulas para evitar que se repitan actos similares.
“La gente lo ve como un demonio”
Después del doble atentato Breivik se entregó a las autoridades. Desde entonces se encuentra en prisión preventiva y en régimen de aislamiento. Justamente este viernes fue trasladado a un tribunal en Oslo, que deberá decidir si extiende o no su prisión en condición de aislamiento. El lunes 22 de agosto expira el límite de cuatro semanas que impone la ley noruega al confinamiento solitario. El tribunal también había ordenado un análisis psiquiátrico del joven fundamentalista que estará listo el 1 de noviembre de 2011.
"Breivik entiende que la gente lo ve como un demonio", dijo su abogado, Geir Lippestad, al diario noruego Dagbladet. El fin de semana pasado, la policía noruega llevó al atacante atado de pies y manos a la isla de Utøya para reconstruir los hechos. Breivik no ha mostrado arrepentimiento alguno, y justifica sus actos.
Entre tanto, fuentes militares citadas este viernes por la emisora noruega NRK indicaron que el radical noruego preparó un segundo explosivo de mayores dimensiones, además del coche bomba que detonó en el barrio gubernamental de Oslo. Para la segunda "gran bomba" estaba prevista una mayor cantidad de explosivos, según las informaciones. Expertos del ejército neutralizaron el material explosivo que encontraron en un terreno de Breivik a las afueras de Oslo.
Por “una Noruega más segura”
Mientras los noruegos buscan superar las secuelas de los atentados del pasado 22 de julio, el país escandinavo se centra ahora en la discusión por la seguridad nacional, los derechos individuales, así como el monitoreo de sospechosos. Las autoridades analizan actualmente diversos métodos para descubrir atentados en fase de preparación. No obstante, existe un conflicto respecto a la protección de la libertad individual. Se pone en duda que un sistema de vigilancia sea suficiente para poder evitar atentados.
El pasado 12 de agosto se creó un grupo de expertos encargado de investigar la reacción de la policía y de otras autoridades al doble ataque. La denominada “Comisión del 22 de julio” busca crear "una Noruega más segura", dijo el primer ministro, Jens Stoltenberg, al anunciar su creación. “Le debemos respuestas rápidas a los familiares", dijo. La comisión también presentará propuestas sobre cómo evitar sucesos similares en el futuro.
La Unión Europea, por su parte, instaurará un mayor control para la adquisición de químicos utilizados en la construcción de bombas. En diciembre de 2011 se llevará a cabo un encuentro de expertos en terrorismo, con el fin de acordar la mejor forma de proceder en este tema.
Autora: Cristina Mendoza Weber /dpa/dapd/reuters
Editor: Claudia Herrera Pahl
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