Fiscal presenta testimonios de presuntos autores de crimen de Iguala
8 de noviembre de 2014El fiscal, Jesús Murillo, presentó este viernes testimonios de los detenidos la semana pasada, pertenecientes a un grupo de la delincuencia organizada conocido como Guerreros Unidos, quienes dijeron que ellos se encargaron de llevarse a decenas de personas, algunas de las cuales murieron asfixiadas.
Luego relataron cómo arrojaron los cuerpos a un basurero e hicieron una gran hoguera con llantas, madera y gasolina para quemarlos.
"Las confesiones que hemos recabado, aunadas con el resto de las investigaciones realizadas, apuntan muy lamentablemente al homicidio de un amplio número de personas en la zona de Cocula", dijo Murillo refiriéndose al municipio vecino a Iguala, la ciudad donde desaparecieron los estudiantes después de una protesta en la cual fueron detenidos por la policía.
Sindicados son miembros de “Guerreros Unidos”
"Los tres capturados son miembros de Guerreros Unidos y en su declaración confesaron haber recibido y ejecutado al grupo de personas que les entregaron las policías municipales de Iguala y Cocula", añadió el fiscal en conferencia de prensa.
Estos restos fueron hallados por los investigadores y serán sometidos a pruebas de identificación en Austria, señaló. Sin embargo, el fiscal dijo que los estudiantes siguen siendo considerados desaparecidos hasta contar con los resultados de estas pruebas.
Según las investigaciones, los jóvenes fueron secuestrados por policías municipales por órdenes del exalcalde Iguala, José Luis Abarca, para impedir que los muchachos, pertenecientes a una escuela rural de magisterio, irrumpieran en un acto público de su esposa, quien aspiraba a ser la próxima alcaldesa.
Abarca, quien fue destituido después de los hechos, y su cónyuge, María de los Ángeles Pineda, supuestamente operadores de Guerreros Unidos, fueron capturados el martes en un barrio pobre de la Ciudad de México tras semanas de ser perseguidos por las autoridades.
¿Los resultados prometidos por Peña Nieto?
Miles de personas han realizado varias marchas en Guerrero, en otros estados del país y en la Ciudad de México pidiendo que los estudiantes aparezcan con vida y que los responsables reciban castigo. Las protestas han tenido eco en otros países.
El presidente Peña Nieto se reunió la semana pasada con los padres de los jóvenes y prometió dar resultados.
Más de 100,000 personas han muerto por la violencia ligada al crimen organizado desde fines del 2006, cuando el ex presidente Felipe Calderón decidió lanzar al Ejército y policías federales a las calles, provocando fracturas en los grandes cárteles y mayores enfrentamientos.
JOV (Reuters, dpa)